Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Carlino lectura medios, Apuntes de Literatura

Lectura sobre producción de medios audiovisuales

Tipo: Apuntes

2024/2025

Subido el 30/04/2025

javier-alberto-medra
javier-alberto-medra 🇲🇽

2 documentos

1 / 43

Toggle sidebar

Esta página no es visible en la vista previa

¡No te pierdas las partes importantes!

bg1
1
LA ESCRITURA EN LA INVESTIGACIÓN
Dra. Paula CARLINO
Doctora en Psicología de la Educación
Investigadora del CONICET en el Instituto de Lingüística
de la Universidad de Buenos Aires
DOCUMENTO DE TRABAJO N° 19
pf3
pf4
pf5
pf8
pf9
pfa
pfd
pfe
pff
pf12
pf13
pf14
pf15
pf16
pf17
pf18
pf19
pf1a
pf1b
pf1c
pf1d
pf1e
pf1f
pf20
pf21
pf22
pf23
pf24
pf25
pf26
pf27
pf28
pf29
pf2a
pf2b

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Carlino lectura medios y más Apuntes en PDF de Literatura solo en Docsity!

LA ESCRITURA EN LA INVESTIGACIÓN Dra. Paula CARLINO Doctora en Psicología de la Educación Investigadora del CONICET en el Instituto de Lingüística de la Universidad de Buenos Aires

DOCUMENTO DE TRABAJO N° 19

LA ESCRITURA EN LA INVESTIGACIÓN

Dra. Paula CARLINO Doctora en Psicología de la Educación Investigadora del CONICET en el Instituto de Lingüística de la Universidad de Buenos Aires

Conferencia pronunciada el 12 de Noviembre de 2005 en el ámbito del SEMINARIO PERMANENTE DE INVESTIGACIÓN de la Maestría en Educación de la UdeSA.

Coordinadora: Dra. Catalina Wainerman

DOCUMENTO DE TRABAJO N° 19

Marzo de 2006

SERIE “DOCUMENTO DE TRABAJO” DE LA ESC UELA DE EDUCACIÓN

La serie de Documentos de Trabajo refleja parte de las actividades de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés. Los documentos difunden conferencias dictadas en el ámbito del Seminario Permanente de Investigación de la Especialización y la Maestría en Educación con Orientación en Gestión Educativa, y del Doctorado en Educación. También difunden exposiciones de invitados especiales.

El Seminario Permanente de Investigación tiene el propósito de estimular la producción y difusión de la investigación en el campo de la Educación. Tiene, además, el objetivo de familiarizar a los estudiantes de posgrado con la producción de conocimiento riguroso en el área. Entre los expositores se cuentan, fundamentalmente, investigadores formados y, eventualmente, expertos en planificación y política de la educación. También, estudiantes de posgrado con sus trabajos de tesis avanzados.

El Seminario Permanente de Investigación es una actividad abierta a la comunidad educativa en general, que se desarrolla con una periodicidad mensual.

En esta conferencia, voy a referirme a la escritura en la investigación. Para empezar a tratar el tema, analizaré la situación de escritura que atravesé al elaborar esta exposición. Aunque ahora voy a hablar , el habla de esta conferencia se denomina oralidad secundaria, porque tiene un origen escrito. Si bien voy a exponer oralmente, preparar esta exposición me requirió mucha escritura. A pesar de que esta conferencia trata sobre el tema en el que vengo trabajando desde hace muchos años, armarla me costó mucho. Y, dado que vamos a abordar el tema de la escritura en la investigación, me gustaría analizar esto que me pasó a mí en esta circunstancia.

PREPARAR ESTA CONFERENCIA Cabe aclarar que la presente conferencia no es la escritura de una investigación: no compartiré con ustedes resultados de una investigación empírica realizada. Por lo tanto, no voy contribuir al avance del conocimiento, como sí ha de hacerlo una investigación cient ífica. Sin embargo, aunque lo que presento hoy aquí no implica producir nuevo conocimiento (porque lo que yo hice fue sistematizar conocimientos ya existentes en distintos autores y alguna experiencia propia), lo que voy a exponer sí implicó una transformación del conocimiento,

exige poner en relación ideas, autores, textos, etc., y reorganizar lo que ya sabía para comunicarlo a un auditorio específico; por ello, es que a casi todos nos cuesta escribir dentro de la academia. Entonces, vamos a analizar la presentación que yo preparé a través de la escritura y que expondré oralmente. 1 Durante esta elaboración, partí de analizar la situación comunicativa en la que iría a exponer. ¿Cuáles serían mis coordenadas situacionales para la presentación de hoy? Cuando me encargaron esta ponencia, me dijeron que la mayoría de ustedes estaba escribiendo sus tesis (es decir, caracterizaron a quienes serían mi audiencia ) y me propusieron dos temas posibles: venir a contar la trastienda de una investigación o hablar de la escritura en la investigación como algo más general y no vinculado a una investigación particular. Yo elegí el segundo tema aunque también voy a contar algunas cosas particulares. El objetivo explícito de esta exposición (otra de las coordenadas de la situación enunciativa) es compartir con ustedes mi conocimiento y experiencia en este tema. Pero, también, como un objetivo menos manifiesto, esta ponencia debería servir para “lucirme” y mostrar mi trayectoria académica, es decir, no sólo yo intento contarles algo sino que pretendo hacer un buen papel. La otra coordenada situacional es el género discursivo que me encargaron. ¿Cuál es ese género discursivo? El género conferencia. Éste tiene una serie de características, por ejemplo, que una conferencia no suele consistir en exponer resultados de una investigación (eso es el objeto de una comunicación libre a un congreso o de un paper) sino en presentar un tema fundamentado más amplio, que puede incluir resultados pero no como eje de la exposición; una conferencia ha de llevar a la reflexión. Ahora bien, ¿cuál fue mi problema? Mi problema fue tener que seleccionar dentro de un cajón de abundancia. Tengo diez años de trabajar sobre este tema y en ese tiempo cualquiera consigue un armario repleto y desordenado de conocimientos. A raíz de que no hablaría sobre una investigación precisa sino sobre un cúmulo de saberes forjados durante años, el segundo problema fue que no tenía de entrada una estructura o eje organizador para decidir cuáles de esos

conocimientos de mi armario desordenado expondría. Si analizo retroactivamente qué fue lo que más me costó al preparar esta presentación, yo diría que fue no tener sabido de entrada qué iba a exponer. Y trabajé mucho, inquieta, hasta encontrar una estructura o eje organizador, lo cual ocurrió hace dos días. Durante ocho días estuve pensado cuál sería ese eje… hasta que “se me hizo la luz” y eso fue posible por el hecho de haber podido sostener el trabajo de pensar, con ayuda de la escritura, durante más de una semana de incertidumbre. Entonces se me ocurrió estructurar la conferencia como una especie de auto-entrevista: yo me voy a hacer preguntas y las voy a responder. ¿Cuáles son entonces las preguntas que pensé que resultan centrales para este tema? Se las anticipo ahora para que tengan presente el orden de mi exposición.

ESTRUCTURA DE ESTA CONFERENCIA Y TESIS CENTRAL Voy a hablar de a) qué es la escritura, b) cuándo se escribe en una investigación, c) para qué se escribe en una investigación, e) qué caracteriza la escritura pública de la investigación (vamos a ver que una investigación tiene una escritura pública y otra privada), f) por qué suele costar escribir, g) cómo pueden afrontarse las dificultades, y h) qué de personal se nos juega al escribir (y al hacer) una tesis. Ésta es la estructura que encontré para seleccionar algo de lo que fui pensando durante muchos años sobre estos temas. Voy a empezar por el final, por las conclusiones, para que sepan de entrada qué es lo importante de lo que voy a decir. Escribir es un método para pensar y no es sólo un canal de comunicación. Hay dos tipos de escritura, con funciones y características diferentes. Ambas intervienen en la investigación: la escritura privada y la escritura pública. Escribir públicamente plantea casi siempre dificultades porque cuando uno se pone a escribir -aunque haya hecho la investigación- no está listo lo que quiere decir. Aparte de las dificultades que puede plantear la escritura pública de la investigación, escribir una tesis tiene desafíos adicionales.

(^1) La conferencia fue acompañada con la proyección de diapositivas en power point. Éstas aparecen en el

Si consideramos el escribir a la luz de las funciones que cumple, los problemas a los que permite hacer frente y las posibilidades que abre, es posible entender la escritura como un instrumento semiótico que cambia las condiciones de trabajo de la mente. Sin la escritura y las distintas prácticas que posibilita, individual o colectivamente, la humanidad y las personas no funcionan de la misma manera (Alcorta, 1997; Vigotsky, 1993; Wertsch, 2000). Hay un antropólogo, Walter Ong (1987), que estudió qué diferencias hay entre las sociedades que tienen escritura y los pueblos ágrafos, qué diferencias de mentalidades hay. Y justamente lo que él plantea es que las diferencias se deben a que la escritura establece nuevas distancias. Una distancia entre el habla y su contexto: cuando se habla, es frecuente señalar y decir “aquí, ahora, vos, yo”; por ejemplo, yo señalo cosas y personas presentes y, como compartimos la misma situación, nos entendemos. En cambio, cuando se escribe, el lector (que va a leer en un tiempo y probablemente en un espacio distinto al del autor) no comparte las coordenadas contextuales del enunciador; por lo tanto, la es critura genera una distancia y requiere que se utilicen formas lingüísticas diferentes a la oralidad. La otra distancia es que la escritura permite que se comuniquen personas que no están físicamente presentes, ya sea en el espacio o en el tiempo. La escritura también plantea una distancia entre el conocedor y lo conocido, entre el que piensa y lo pensado. Sin escritura, yo y mi pensamiento estamos unidos, con la escritura empiezo a poder tener mi pensamiento fuera de mí. La escritura establece también una distancia entre la interpretación de un dato y el dato mismo; esto se debe a que la escritura como tecnología crea un objeto material de lo que inicialmente es pensamiento inmaterial, un producto de lo que antes era un proceso de ideación: convierte en objeto lo que es sujeto y transforma en producto lo que es proceso. La escritura permite que lo pensado se ponga afuera, que se exteriorice. Asimismo, el pensamiento no escrito se va con el tiempo, en cambio la escritura como objeto material, externo, lo tengo ahora y lo tengo después y lo puedo revisar. Ése es un punto clave: la escritura permite volver sobre lo pensado tantas veces como sea necesario. El lenguaje oral es evanescente, efímero; la escritura es estable y permanece.

SIGUIENTE PREGUNTA: CUÁNDO SE ESCRIBE EN UNA INVESTIGACIÓN

Mi respuesta es: antes, durante y después. Pero “antes” y “después” los pongo entre comillas, porque no es realmente antes de investigar que se escribe sino que al haberme puesto a escribir sobre la investigación, ya he comenzado a investigar; lo que aparenta ser “antes” es “durante”, porque empieza a formar parte de la investigación (por ejemplo, elaborar un proyecto de tesis). Y escribir “después” de haber indagado en el campo no es realmente “después” porque esa escritura también conforma la investigación. Por ejemplo, al planificar una investigación, empiezo a leer bibliografía y, para que lo leído no se me olvide y me sea útil, tengo que dejar una marca en el texto, tengo que tomar posesión de éste con un subrayado. Tambi én uno escribe durante la investigación: anota ideas sueltas, cuestiones que se le fueron ocurriendo, reflexiones surgidas de la lectura, “iluminaciones” varias; si no las escribiera, la volatilidad del pensamiento las haría irrecuperables. Se escribe para preservar lo pensado. Con relación a escribir durante la investigación, les traje una cita de Maxwell (1996). Joseph Maxwell fue durante diez años el encargado del taller de tesis de la Escuela de Educación de Harvard. Es un antropólogo especializado en enseñar metodología cualitativa. Yo me enteré por él que, en antropología, la escritura que uno produce, la que no es para publicar, se llama memo. Maxwell dice que “los memos hacen a las ideas lo que las notas de campo y las transcripciones hacen a la percepción” (p. 12): las retienen en el tiempo y evitan que se evaporen; convierten el pensamiento en algo que puede examinarse, ponerse en relación con otros pensamientos, analizarse… gracias a que ese pensamiento ha quedado atrapado en la escritura. Y entonces pasamos al eje de análisis siguiente, relativo a las funciones que cumple el escribir cuando se investiga.

PARA QUÉ SE ESCRIBE EN UNA INVESTIGACIÓN

La función más conocida de la escritura es la función comunicativa: se escribe para comunicar a otros algo que inicialmente es de uno; esto en la investigación tiene que ver con publicar, difundir. Además, a través de esta

escritura científica es que persigue justificar no sólo las aseveraciones teóricas que haga (apoyándose en datos empíricos) sino también justificar en qué sentido esa producción resulta una contribución al conocimiento, de qué modo está inserta en las discusiones de un campo disciplinar y de qué manera trasciende lo ya hecho por otros miembros de esa comunidad científica. Esta forma de estructurar por escrito una investigación implica borrar las huellas de su historia, es decir, en una publicación (en un paper , en una tesis), el camino dificultoso de la investigación no aparece, porque lo que interesa es justificar la idea a la que se llega y no mostrar su gestación. Por lo tanto, esta reconstrucción racional a través de la escritura requiere establecer, según las normas convencionales del género, una argumentación lo más clara y recta posible en el intento de justificar la idea. La lógica de la argumentación (la escritura pública, correspondiente al contexto de justificación) oculta la sinuosidad del camino investigativo. En cambio, en la escritura privada se descubren ideas, se explora qué se puede y quiere decir sobre un tema, etc. Esta fase recurrente de la escritura pertenece al contexto de descubrimiento, a cómo se llega a lo que finalmente se afirma en la interpretación de los datos de un estudio. Tiene que ver con los senderos personales del descubrimiento. A diferencia de la escritura pública (lo que leemos cuando se publica una tesis o un paper ), la escritura privada funciona como los peldaños de una escalera caracol: avanza lenta y espiraladamente. Entonces, en el contexto de descubrimiento hay decenas de papeles, anotaciones, papelitos recuerda memoria, notas, fichas, archivos iniciados y abandonados por otros, etc. En este contexto, el investigador escribe para sí mismo, para ordenar su pensamiento, para explorar, aclararse y desarrollar ideas, descubrir relaciones, lagunas, contradicciones; ésta es la escritura privada.^3

QUÉ CARACTERIZA LA ESCRITURA PÚBLICA DE LA INVESTIGACIÓN

(^3) La distinción que he hecho entre escritura privada y pública puede rastrearse en diversos autores, quienes emplean distintas denominaciones: Flower (1979) la llama “prosa de autor y lector”, Connolly y Vilardi (1989, citados por Gottschalk y Hjorthoj, 2004) “escritura informal y formal”. Los procesos involucrados han sido nombrados como “escribir para aprender / pensar” y “escribir para pertenecer” (lo cual implica “aprender a escribir”), respectivamente.

En las diapositivas 16, 17 y 18, podemos apreciar algunas propiedades de la escritura pública de la investigación como género discursivo. Pero aclaremos: los géneros discursivos no son meros formatos de textos; son sistemas de acción que generan expectativas entre lectores y autores. Conocer un género discursivo implica, para un autor, saber qué es lo que el lector está esperando que diga un texto. Por su parte, cuando un lector conoce el género discursivo que lee, esto le permite no tener que leer todo lo que contiene el texto sino que, al poder prever qué tipo de cosas seguramente dirá cada parte, puede saltear las que no son de su interés. En la escritura de la investigación (proyectos de tesis, tesis, ponencias, papers , pósters, etc.), habitualmente hay una audiencia que suele ser simétrica respecto del enunciador: el autor escribe para pares, para la comunidad científica. Sin embargo, esta simetría es relativa cuando alguien hace su tesis, y por tanto plantea una situación ambigua, dado que es a través de la tesis como el tesista se va a convertir en par del director y del evaluador; cuando escribe la tesis, aún no lo es. En realidad, la tesis tiene una doble audiencia: una que está en posición asimétrica respecto del que presenta la tesis (el director y el comité evaluador), pero por otro lado, al hacer la tesis, el tesista se convierte en experto en su microtema y entonces comienza de alguna manera a ser par de ellos. De hecho, muchos tesistas suelen terminar sabiendo de su tesis más que nadie. Dado que la tesis convierte al tesista en experto, éste debería escribir no sólo para quienes conocen el tema sino también para quienes vienen detrás de él y necesitarán aprender sobre lo que él ha investigado, es decir, para futuros estudiantes. Si su trabajo es una “contribución original”, tiene que servir de verdad a los que necesiten aprender sobre su tema. Una buena tesis es a la vez parte de un rito de pasaje para ser admitido a la comunidad de los que ya son académicos y también es fuente de saber para la comunidad académica. Pasemos ahora a analizar cuál es la estructura de la tesis, de las ponencias, de los artículos de investigación. Es una estructura que se llama IMRDrb, compuesta de Introducción, Método, Resultados, Discusión y Referencias Bibliográficas (Swales, 1990). Las secciones pueden no llevar esta denominación.

Otra característica de la escritura científica es su propósito de justificar o argumentar una idea o tesis. Todo trabajo científico tiene una tesis. “Tesis” quiere decir afirmación, postura. Las tesis que ustedes harán defenderán una idea. El conjunto de la investigación debe justificar no sólo esa idea sino mostrar que no ha sido justificada antes (en investigaciones previas) y convencer de que es relevante haberlo hecho ahora. En este sentido, la escritura pública que se lleva a cabo al investigar significa tomar la palabra, es decir, implica animarse a decir “yo digo esto”, esta es mi tesis, y esto que digo está avalado por tal y tal cosa. Asimismo, implica una contribución, si bien pequeña y enmarcada en las contribuciones de otros. La escritura en la investigación se caracteriza por aportar algún conoc imiento nuevo, original, y por discutir (avalando o polemizando con) el conocimiento ya establecido dentro del campo disciplinar. A su vez, esto implica la necesidad de compaginar enunciaciones: la voz del autor que escribe la tesis con las voces de los otros autores que han producido en el mismo campo, y a quienes se debe parafrasear, resumir, citar textualmente, comentar, criticar, categorizar. Esta polifonía presenta no pocas dificultades a quien escribe. Además, la escritura pública de la investigación, intenta convertir en objetivo lo subjetivo y, con una tradición positivista de fondo, suele emplear una forma de enunciación que crea un efecto objetivante: es el uso del impersonal (“se realizó un estudio de caso…”, “se puede concluir que… ”) o de la tercera persona (“este trabajo muestra que…”, “los datos demuestran…”) en vez de la primera (“realizamos doce entrevistas”, “interpretamos estos datos en el sentido de…”, “estudié el caso de…”, “pienso que…”). Este distanciamiento entre el investigador y su investigación también cumple una función argumentativa, es un recurso más para intentar sostener las ideas de fondo y dotarlas de credibilidad. Dijimos que en toda escritura científica hay una idea, la tesis, que necesita ser sostenida a través de un aparato probatorio. Las formas de probar son distintas según las disc iplinas. Ellas también difieren en cuanto a la necesidad o no del distanciamiento enunciativo mencionado. En el mundo anglosajón dentro de

las ciencias sociales (rebeladas contra el positivismo), cada vez se utiliza más la primera persona verbal. La escritura científica que se publica forma parte del aparato probatorio de cada disciplina. Recordemos la clasificación que hace Karl Popper, quien diferencia el “mundo uno” (que corresponde a los humanos como sujetos naturales), el “mundo dos” (correspondiente a sus procesos mentales), y el “mundo tres” (equiparable al mundo platónico de las ideas, en el que lo que cuenta es la lógica de estas ideas). La escritura pública de la investigación pertenecería al mundo tres, al contexto de justificación, en términos de Reichenbach: a través de la escritura con destino público, el investigador hace que sus ideas estén engarzadas lógicamente, que haya una idea central sostenida con datos, etc. La escritura pública de la investigación busca el mejor camino para que las propias ideas sean aceptadas en el mundo científico.

POR QUÉ CUESTA ESCRIBIR Pasaré revista a varias razones que explicarían por qué suele costar escribir en la investigación. A diferencia de la oralidad primaria, que se produce cuando conversamos, mi habla actual no es una conversación. Cuando conversamos interaccionamos, es decir, producimos en respuesta a lo que otro nos pide: tenemos un estímulo externo que nos orienta acerca de qué es lo que hemos de decir. En cambio, cuando producimos oralidad secundaria, como la de esta conferencia, sin que nadie nos pregunte nada, es necesario armar un texto autónomamente. Lo mismo ocurre al escribir en la investigación. Ésa es una de las razones por las que cuesta: porque todo depende del autor. Por otro lado, escribir significa reorganizar lo que uno ya sabe para adecuarlo a la audiencia. Les voy a dar un ejemplo de lo contrario: ¿han notado que en los exámenes universitarios, ante una pregunta que formula la cátedra, el alumno pone todo lo que sabe pero escasamente lo relaciona con lo que el docente pregunta? Justamente escribe así porque no ha hecho este proceso de reorganizar lo que estudió en función de la consigna precisa del examen. A diferencia de esto, yo no podría haber venido aquí a contar todo lo que sé porque

publicación” (Britton, 1994). A veces, mientras escribimos, nos anticipamos al juicio del otro, porque lo tenemos internalizado y nos imaginamos que va a criticar lo que hemos escrito. Por ejemplo, una colega que defendió hace poco su tesis de maestría me contó que ahora le cuesta mucho armar un artículo para publicar con los resultados de su tesis porque piensa que lo que tiene para decir ya está dicho y teme el juicio negativo de sus colegas y sus maestros: qué van a pensar de ella cuando lean lo que escriba. Es decir, escribir cuesta en este caso porque al escribir públicamente nos exponemos, y esto incide en la imagen que uno tiene de sí mismo y en su autoestima. Y sigo sumando razones de la dificultad de escribir. No sé si conocen el dicho latino: Verba volant, scripta manent (“a las palabras se las lleva el viento, pero lo escrito permanece”). En la escritura no se puede decir “no quise decir eso” porque eso está ahí, escrito. La escritura nos expone y entonces nos compromete más. Por otra parte, escribir cuesta porque implica al menos dos renuncias: 1) renunciar a la fantasía de poder decir todo lo que uno sabe; 2) renunciar, cuando uno ya escribió, a parte de eso que ha escrito. En este caso, es preciso podar lo escrito para darle fuerza, como a las plantas; si no se lo hace, las ideas principales se pierden. Entonces, esto implica un duelo por tener que abandonar buena parte del texto que trabajosamente se ha construido pero que no resulta funcional.^4 Una raz ón adicional para explicar por qué cuesta escribir públicamente en la investigación estriba en que hacerlo exige precisamente convertir en público lo que tiene un origen privado. Flower (1979) lo expresa en términos de saber pasar de la “prosa basada en el autor” a la “prosa considerada con el lector”. Esta investigadora de los procesos de escritura distingue los rasgos de cada una de estas prosas. La prosa del autor muestra “el camino asociativo de la confrontación del sujeto con su tema”. En la prosa destinada a una audiencia, “hay un intento deliberado para comunicar algo al lector”, lo cual lleva a “crear un lenguaje y un contexto compartidos” entre ambos. Es decir, la prosa bas ada en el autor “refleja su proceso de pensamiento”; en cambio, la prosa pública “refleja su propósito”

(Flower, 1999; p. 269). Flower muestra cómo muchos de los que escriben no logran transformar la primera en la segunda y entonces hacen públicos textos inmaduros, que resultan sumamente inefectivos. La escritura que no ha sido reconvertida intencionalmente en pública está destinada a hacer agua; encarar la tarea en un solo tiempo resulta igual que “pretender decir cómo es el territorio mientras se lo recorre” (Chester, en Hjortshoj, 2001). En este sentido, escribir para dar a leer a otro es sin duda más difícil que escribir para uno mismo.

CÓMO PUEDEN AFRONTARSE LAS DIFICULTADES PARA ESCRIBIR

Ahora viene el “manual de autoayuda”. Aunque afrontar las dificultades examinadas no sea sencillo, sí es posible expresar en forma sencilla qué se puede intentar hacer. En primer lugar, es preciso subdividir la tarea, no pretender escribir privada y públicamente a la vez : realicen primero mucha escritura privada (acostúmbrense a subir sin marearse por una larga escalera caracol) y dejen la escritura pública para después. Pero no se olviden, luego, que lo escrito ha de reescribirse teniendo presente al lector. Calculen los tiempos, porque esta reescritura es casi tan prolongada como la escalera que han debido recorren previamente. En segundo lugar, gracias a que escribir en el mundo académico es una tarea que requiere muchas subtareas (por ejemplo, leer tomando nota, redactar ideas complejas, realizar trabajo obsesivo para emprolijar las referencias bibliográficas, etc.), cuando una de estas subt areas los tenga paralizados, es conveniente variar la subtarea. Por ejemplo, si yo tengo que escribir mi marco teórico y “no doy pie con bola”, por ejemplo, no se me ocurre cómo agrupar las distintas corrientes, debo cambiar de tarea y empezar a teclear las referencias bibliográficas, lo cual consiste en un trabajo más mecánico pero que lleva su tiempo. En tercer lugar, también se puede hacer lo contrario de lo que acabo de señalar, y eso también ayuda. Es decir, a veces, conviene sostener la tarea, no cambiarla. De la persistencia en el trabajo es de donde surgen las ideas; entonces

(^4) En el Anexo II se puede consultar la diapositiva 22, referente al mismo tema, que no fue expuesta en la