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asertividad como este influye, Monografías, Ensayos de Medicina

describe qué es, para que sirve a detalle

Tipo: Monografías, Ensayos

2023/2024

Subido el 06/06/2025

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REVISTA dE lA UnIVERSIdAd AUTónomA dE YUcATán
Asertividad: una habilidad
social necesaria en el
mundo de hoy
MirtaMargaritaFloresGalaz
Elinterésporlashabilidadessociales
ylaconductaasertivasehavenido
manifestando,desdehaceyavarias
décadas,enlapsicología.Esteinterés
noesdeextrañaryaque una de las
partesmásimportantesdenuestra
vidasonlasrelacionessociales.En
cadaunadelascosasquehacemos
cotidianamenteestamosrelacionán-
donosconlosdemás,ylamaneraen
quelohacemospermitequeestasre-
lacionessefacilitenoseentorpezcan.
Aunadoaloanterior,enlassocieda-
descontemporáneasconunritmo
aceleradoycomplejo,laspersonas
estáninmersasenmuchossistemas
distintosendondelasreglasvaríany
losrolesnoestánclaramentedefinidos
(Gismero,2000).Raramenteenlavida,
losindividuosvanapoderescaparde
losefectosdelasrelacionessociales,ya
seaensulugardetrabajo,deestudios,
conlosamigoseinclusodentrodela
propiafamilia,locualhacenecesario
quedesarrollen habilidadessociales.
Entendiéndoseéstas,comoaquellos
repertoriosconductualesenelindivi-
duoqueleposibilitanunainteracción
conunaaltaprobabilidadderefor-
zamientoenunaampliavariedadde
circunstancias.Alrespecto,Caballo
(1987)mencionaque:"Laconducta
socialmentehabilidosaeseseconjunto
deconductasemitidasporunindivi-
duoenuncontextointerpersonalque
expresalossentimientos,actitudes,
deseos,opinionesoderechosdeese
individuodeunmodoadecuadoala
situación,respetandoesasconductas
enlosdemásyquegeneralmente
resuelvelosproblemasinmediatos
dela situaciónmientrasminimizala
probabilidaddefuturosproblemas".
Desenvolverseencadaunadelos
diferentessituacionesinterpersonales
requieredeunagrandestrezasocial,
muyprobablementeenalgunaoca-
siónhayamostenidodificultaden
defendernuestrosderechos,expresar
sentimientos,opiniones,defender
nuestropuntodevistasin agredir a
losdemás,iniciarnuevasrelaciones
osimplementeponerpuntofinala
unaconversación.Es aquí en donde
Mirta Margarita Flores Galaz.
Licenciadaenpsicología,
maestraenpsicología social
ydoctoraen psicología so-
cialporlauNAM.Profesora
investigadoradelaFacultad
dePsicologíade la uADY.
Sustrabajosdeinvestigación
abarcantemasde persona-
lidad,asertividad,conducta
sexual,SIDAy relaciones
interpersonales.Ha produ-
cidomásde 90 ponencias
encongresos,42 artículos
enrevistascientíficas con
arbitrajeytres capítulos de
librosespecializados.Recibió
laMedallaGabinoBarreda.
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Asertividad: una habilidad

social necesaria en el

mundo de hoy

Mirta Margarita Flores Galaz

El interés por las habilidades sociales y la conducta asertiva se ha venido manifestando, desde hace ya varias décadas, en la psicología. Este interés no es de extrañar ya que una de las partes más importantes de nuestra vida son las relaciones sociales. En cada una de las cosas que hacemos cotidianamente estamos relacionán- donos con los demás, y la manera en que lo hacemos permite que estas re- laciones se faciliten o se entorpezcan. Aunado a lo anterior, en las socieda- des contemporáneas con un ritmo acelerado y complejo, las personas están inmersas en muchos sistemas distintos en donde las reglas varían y los roles no están claramente definidos (Gismero, 2000). Raramente en la vida, los individuos van a poder escapar de los efectos de las relaciones sociales, ya sea en su lugar de trabajo, de estudios, con los amigos e incluso dentro de la propia familia, lo cual hace necesario que desarrollen habilidades sociales. Entendiéndose éstas, como aquellos repertorios conductuales en el indivi-

duo que le posibilitan una interacción con una alta probabilidad de refor- zamiento en una amplia variedad de circunstancias. Al respecto, Caballo (1987) menciona que: "La conducta socialmente habilidosa es ese conjunto de conductas emitidas por un indivi- duo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás y que generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas". Desenvolverse en cada una de los diferentes situaciones interpersonales requiere de una gran destreza social, muy probablemente en alguna oca- sión hayamos tenido dificultad en defender nuestros derechos, expresar sentimientos, opiniones, defender nuestro punto de vista sin agredir a los demás, iniciar nuevas relaciones o simplemente poner punto final a una conversación. Es aquí en donde

Mirta Margarita Flores Galaz. Licenciada en psicología, maestra en psicología social y doctora en psicología so- cial por la uNAM. Profesora investigadora de la Facultad de Psicología de la uADY. Sus trabajos de investigación abarcan temas de persona- lidad, asertividad, conducta sexual, SIDA y relaciones interpersonales. Ha produ- cido más de 90 ponencias en congresos, 42 artículos en revistas científicas con arbitraje y tres capítulos de libros especializados. Recibió la Medalla Gabino Barreda.

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la asertividad funciona como una habilidad social. ¿Pero, qué es la aser- tividad? Quizás alguna vez todos nos hemos enfrentado a estas situaciones:

  • usted se sienta en un restaurante a cenar, cuando el mesero le trae lo que ha pedido se da cuenta de que el vaso está sucio, con marcas de pintura de labios de otra persona, entonces arma un gran escándalo en el local y le dice al mesero que nunca volverá a ir a ese establecimiento.
  • Hace tiempo que quiere un pequeño aumento de sueldo y no se atreve a decirle a su jefe. Pidiéndole discul- pas y con un enorme cargo de con- ciencia, finalmente lo hace y ve que durante tres meses estuvo pensando en cómo decírselo y que no fue tan difícil obtener una respuesta.
  • Le piden prestado dinero, usted no desea darlo, pero no puede decir que no.

A situaciones como éstas, los in- dividuos se enfrentan día con día, pero ¿cómo reaccionar a éstas sin ser agresivos (con un NO enrabiado y que nos deja con un sentimiento de culpa), ni pasivos (con un Sí que nos deja haciendo lo que no queremos)? La ma- nera adecuada de reaccionar es siendo asertivos, es decir, siendo capaces de expresar nuestro real sentir y pensar, lo cual no es fácil sino que requiere un trabajo personal. No es fácil aprender a ser capaces de expresar lo que pen-

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Dibujo de Jaime Goded.

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y agresividad; ayudar a identificar y a aceptar los derechos propios y los de- rechos de los demás; reducir obstáculos cognoscitivos y afectivos para actuar de manera asertiva y reducir ideas irracionales, ansiedades, culpas y a su vez desarrollar destrezas asertivas a través de la práctica activa de dichos métodos. Con ello, surgiría un marca- do auge del enfoque ecléctico donde algunos terapeutas integraban los modelos conductuales, humanistas y cognoscitivos (Galassi y Galassi, 1978). La década de los ochenta se ca- racterizó por la falta de una escuela de pensamiento dominante en dicha área y por el libre albedrío de los tera- peutas de utilizar los enfoques de su

preferencia (Galassi y Galassi, 1978). En la actualidad, los modelos teóricos que abordan el tema de la asertividad siguen siendo los mismos; con un auge en investigaciones centradas en la utilización de instrumentos para la medición de la asertividad y en la implementación del entrenamiento asertivo. Paralelamente a dichos modelos han surgido diferentes definiciones de la asertividad, desde su definición etimológica, aserción, que proviene del latín assertio-tionis , que es la ac- ción y efecto de afirmar una cosa, es la proposición en la que se afirma o se da por cierto alguna cosa ( Diccionario Enciclopédico Ilustrado Sopena , 1980; En-

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Dibujo de Jaime Goded.

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ciclopedia Universal Ilustrada , 1973; Gran Enciclopedia Larrouse , 1973; Diccionario Enciclopédico Grijalbo , 1986; Diccionario de la Lengua Española , 1956). Desde la perspectiva psicológica, Wolpe (1958) formuló su definición: "La conducta asertiva es la expresión adecuada socialmente aceptable diri- gida hacia otra persona, de cualquier emoción que no sea la respuesta de an- siedad" (p.399). Lazarus (1973), quien sostiene un punto de vista semejante al de Wolpe, define la conducta asertiva en términos de sus componentes, que pueden dividirse en cuatro patrones de respuesta especificados y sepa- rados: la habilidad de decir "no", la habilidad para pedir favores y hacer demandas, para expresar sentimientos positivos y negativos y para iniciar, continuar y terminar conversaciones generales. Por su parte, Alberti y Em- mons (1978) consideran que la aser- tividad es la conducta que permite a una persona actuar para implantar su propio interés, defenderse a sí mismo sin ansiedad y expresar sus derechos sin destruir los derechos de otros. una definición que incluye con- ceptos vertidos por otros autores es la ofrecida por Bartolomé Carroroles, Costa del Ser (1979), quienes mencio- nan que se suele aplicar el término conducta asertiva para referirse a la conducta de aquellos individuos capaces de expresar directa o adecua- damente sus opiniones y sentimientos (tanto positivos como negativos) en

situaciones sociales e interpersonales. Quizás la definición más citada en el área, es la que postulan Jakubows- ki y Lange (1978), para ellos actuar asertivamente significa hacer valer los derechos, expresando lo que uno cree, siente y quiere en forma directa, honesta y de manera apropiada respe- tando los derechos de la otra persona. La asertividad involucra la declaración de los derechos personales expre- sando pensamientos, sentimientos y creencias, que no viola los derechos de otras personas. El mensaje básico de la asertividad es: "Esto es lo que pienso, esto es lo que yo siento, ésta es la forma en la que yo veo la situación". Este mensaje expresa "quién es la per- sona" y lo dice sin dominar, humillar o degradar a la otra persona. Con base en lo anterior, se puede observar que las definiciones de aser- tividad se han centrado en torno de la expresión emocional de la autoexpre- sión, del autodescubrimiento y de la capacidad de establecer valoración por sí mismo. También se habla de formas de comunicación sobre la intimidad, la expresión de los derechos, los efectos de la autoafirmación en el medio am- biente y las clases de respuestas espe- cíficas capaces de ser generadas ante determinadas situaciones. Es decir, mientras algunos autores proponen que la asertividad debe ser tratada como consistente a través de las situa- ciones (rasgo) con relativa consistencia situacional (Salter, 1949; Wolpe, 1973),

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tivas a quienes les gusta realizar tareas difíciles y buscan la perfección, tienen una actitud positiva hacia el trabajo en sí y son muy competitivas en sus relaciones interpersonales. Al respecto, consistentemente se ha demostrado que la expresión de derechos, algunas veces es percibida como más competi- tiva y efectiva, pero menos deseable, amigable satisfactoria y apropiada que la no asertividad (Epstein, 1980; Hull y Schoeder, 1979). En esta misma línea, La Rosa (1986) menciona que la cultura es muy importante dentro de la perso- nalidad y sus estudios muestran que en México mientras más competitivo es el individuo menos salud emocional pre- senta, por lo cual la asertividad pudiera ser una conducta poco adaptativa en nuestro país. En cuanto al autoconcepto, se obser- vó que las personas que son asertivas en situaciones cotidianas, se perciben como amables, decentes, educados (sociabilidad afiliativa), amorosos, afectuosos, tiernos (afectividad), capa- ces, responsables, puntuales, alegres (estados de ánimo), extrovertidos, comunicativos, desinhibidos (socia- bilidad expresiva) y activos, rápidos, etcétera (iniciativa), a diferencia de las personas que no son asertivas o lo son de manera indirecta, las cuales tienen una percepción más negativa de sí mismas. Los datos reportados señalan, como era de esperarse, que las personas asertivas tienen un autoconcepto posi- tivo (Aguilar Kubli, 1987; Smith, 1983),

ya que su autorrespeto les permite res- petar a los demás y poder actuar aser- tivamente. En cambio, los sujetos no asertivos tienen un bajo autoconcepto, lo que origina que presenten ansiedad ante diferentes situaciones sociales y no sean capaces de poder expresarse (Bower y Bower, 1976). Además, se ha encontrado que la baja autoestima en las personas no asertivas se debe a que el proceso de atribución causal está en función de la evaluación positiva de los resultados, a las habilidades personales o factores internos y los resultados nega- tivos a factores externos (Alden, 1984). Ahora bien, los resultados obteni- dos hacen pensar que probablemente aquellos individuos no asertivos serían aquellos individuos que Díaz Guerre- ro (1994) llama el "mexicano pasivo y obediente afiliativo", el cual es poco rebelde, conforme le gusta complacer a los demás, es obediente, está de acuer- do con el orden social, busca su propia seguridad y evita riesgos que le pue- dan ocasionar daño físico o mental, es cuidadoso, precavido, cauteloso, poco aventurero y aprensivo. Por otro lado, los individuos asertivos en situaciones cotidianas y también no asertivos con la familia y los amigos serían "los mexica- nos con control interno activo", el cual tiene una libertad interna que le per- mite elegir y diferenciar las ocasiones en que deben de reinar ciertas formas de la cultura y en cuáles son educa- dos, corteses, obedientes, afiliativos, complacientes, inteligentes, cumplidos,

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responsables, etcétera y aquéllas en las que deben hacer valer sus derechos. Finalmente, los individuos asertivos de manera indirecta quizá son individuos fatalistas, pasivos, pesimistas y obe- dientes por conveniencia, que quieren imponer su postura, pero temen hacerlo en forma abierta. A partir de estos estudios realiza- dos por Flores, Díaz-Loving y Rivera

(1987), así como también por los resul- tados obtenidos a través de diferentes técnicas exploratorias (Flores, 1989;

  1. y por la revisión teórica del área que señala que la conducta asertiva puede ser apropiada en un lugar y no apropiada en otro. Asimismo, ésta puede ser diferencialmente relevante dependiendo del género y grupo cul- tural (Wills, 1986), y de variables tales

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ros, conocidos, etcétera. Este tipo de respuesta anteriormente citada es la esperada en una cultura colectivista donde la obediencia afiliativa juega un papel importante en el desarrollo del individuo (Góngora y Reyes, 1998). Se observa que la abnegación social es re- levante y se constituye en un rasgo de la personalidad de los mexicanos (La Rosa y Díaz-Loving, 1988), es decir, es de gran importancia para el mexicano el ser amable, cortés, educado y no es raro que se perciban con menos de estas características cuando pretenden ser asertivos. En este sentido, Avenda- ño (1994) dice que nadie puede negar que el ser educado en México debe ser una persona cortés, pero ¿qué es la cortesía? sino una forma de conducta abnegada, donde el individuo cortés se relega a segundo plano por darle "cortésmente" su sitio otra persona, "tú primero y después yo" es una conducta abnegada. Si alguna persona por pena trata de no molestar, se convierte en una persona llamada no asertiva, ese no asertivo es alguien que está consi- derando al otro y es parte de una ética normativa, es decir, está manifestando una conducta abnegada. Asimismo, se confirma la impor- tancia que tiene la familia en las culturas colectivistas, en las cuales el énfasis está basado en relaciones de interdependencia entre los padres e hijos en donde los padres tienen especialmente la responsabilidad de proveer las bases de las relaciones ín-

timas y los valores de amor, respeto y obediencia (Díaz-Loving, 1999). Tam- bién, se observó que existe una ten- dencia a no expresar sus opiniones, sentimientos, etcétera, lo cual no es raro ya que los mexicanos han crecido con una tendencia a la abnegación de su yo y de sus necesidades en favor de los demás y de la sociedad. Además, en el proceso de socialización se les ha enseñado a procurar siempre la armonía familiar (Díaz-Guerrero,

  1. y a evitar cualquier situación que produzca el rompimiento de la paz y la armonía, y si siendo educado, cortés, obediente, consigue ese esta- do, actuará por lo tanto de esa forma. Por otra parte, los hallazgos in- dican que las personas tienden a resolver sus problemas y a tomar de- cisiones con base en la comprensión de los intereses de los demás, pero a su vez, son individuos sumisos, es decir, son personas que aceptan la au- toridad como tal sin cuestionarla, lo cual corrobora la posición al respecto, que menciona que la mayor parte de los mexicanos piensa que el respeto involucra un deber positivo de obe- decer a la persona respetada, querién- dola o no (Díaz-Guerrero, 1994). Esto explica, en forma parcial, su forma de entender el respeto, su manera de otorgarlo, la facilidad como prefiere el amor sobre el poder, a la armonía de la familia y con los amigos sobre el dinero, a confrontar los problemas por automodificación más que por

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autoafirmación, a ser sensitivos al entorno más bien que independientes del mismo, a ser flexibles más bien que severos, a cooperar más que a competir y a considerar la obediencia como una gran virtud. Los mexicanos esperan que los demás sean igualmente abnegados, amables, corteses, educados, cari- ñosos, por lo que quedan altamente expuestos a sentirse heridos cuando estas inculturadas expectativas no se cumplen. Con base en esto se hipote- tiza que en las transacciones de poder: trabajo, consumo, economía y política, existe un rasgo de desconfianza, que puede ir desde el recelo y la sospecha a la malicia y hasta la paranoia, lo cual

aumenta la delicadeza de las relacio- nes sociales en México. Sin embargo, el mandato inflexible de la cultura choca con la realidad, ya que en ella hay demasiadas oportuni- dades para confundir el amor con el poder, la obediencia con el servilismo, la automodificación con la pasivi- dad, la flexibilidad con la corrupción (Díaz-Guerrero, 1993). Los mexicanos, preparados para un ecosistema donde se asegura el reinado del amor y no del poder, no están adecuadamente preparados para manejar el poder en una cultura cada vez más globalizante. Ya Díaz-Guerrero (1993) mencionaba que si todas las relaciones humanas se dieran en el universo del poder, una

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será necesario cada día aprender a desarrollar conductas asertivas por un lado y preguntarnos si la abnegación es un rasgo de personalidad estable y consistente en los mexicanos y sobre todo si es adecuado, Díaz-Guerrero (1993) señala al respecto: "los mexica- nos debemos diferenciar entre el uni- verso del amor, el afecto y la amistad y el universo del poder, la economía y la política, en los que en el primero debemos seguir los mandatos de la abnegación y el amor, y en el segundo, los de la autoafirmación". De ahí que se plantee que la adqui- sición de estas habilidades asertivas mejorará las relaciones interpersonales sobre todo entre personas cuyas pro- fesiones les hacen entrar en contacto con otros, como son los médicos, en- fermeras, profesores, altos ejecutivos, vendedores, etcétera, ya que existen muchos individuos que no se relacio- nan de forma constructiva, tanto en su trabajo como con las personas de su entorno familiar y social más próximo. Será tarea de los nuevos profesionales de la psicología continuar promovien- do el desarrollo de las mismas en la sociedad, sobre todo en los niños que son el futuro del país.

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Asertividad: una habilidad social necesaria en el mundo de hoy

Dibujo de Jaime Goded.

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