


Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Prepara tus exámenes con los documentos que comparten otros estudiantes como tú en Docsity
Los mejores documentos en venta realizados por estudiantes que han terminado sus estudios
Estudia con lecciones y exámenes resueltos basados en los programas académicos de las mejores universidades
Responde a preguntas de exámenes reales y pon a prueba tu preparación
Consigue puntos base para descargar
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Comunidad
Pide ayuda a la comunidad y resuelve tus dudas de estudio
Descubre las mejores universidades de tu país según los usuarios de Docsity
Ebooks gratuitos
Descarga nuestras guías gratuitas sobre técnicas de estudio, métodos para controlar la ansiedad y consejos para la tesis preparadas por los tutores de Docsity
Argumentación jurídica de las sentencias de los tribunales constitucionales como método para lograr la constitucionalización del proceso jurisdiccional
Tipo: Ejercicios
1 / 4
Esta página no es visible en la vista previa
¡No te pierdas las partes importantes!
Eduardo Porras Mendoza (Docente)
En América Latina, muchas decisiones judiciales no están bien fundamentadas, lo que genera desconfianza en los jueces y en el sistema de justicia. Por eso, se propone la argumentación jurídica como una herramienta fundamental para mejorar la calidad de las sentencias. Esta permite que las decisiones no solo se basen en la ley, sino también en razones claras, lógicas y comprensibles, lo cual fortalece la legitimidad del juez y el respeto por el proceso judicial. La argumentación jurídica no es simplemente dar una explicación, sino construir un razonamiento con base en normas, hechos y principios. Esto permite que el juez actúe con lógica y no de forma arbitraria. Además, se plantea que una buena argumentación ayuda a que el proceso judicial se acerque a la Constitución, porque muchas veces se deben aplicar normas no escritas que derivan de principios constitucionales. Es decir, el juez no solo aplica la ley tal como está, sino que también la interpreta a la luz de valores como la justicia, la igualdad y el respeto por los derechos. El artículo que se analiza está dividido en tres partes: la argumentación como base de decisiones justas, cómo eso lleva a constitucionalizar el proceso judicial, y un caso práctico en Colombia donde se puede ver cómo funciona esto en la realidad. Esta estructura permite pasar de la teoría a la práctica, mostrando que la argumentación no es solo algo académico, sino algo útil en la vida real. En un Estado constitucional, toda decisión judicial debe estar debidamente justificada para respetar los derechos de las partes. No se trata solo de decir quién gana o pierde, sino de explicar el por qué. El texto menciona a Habermas, quien dice que una decisión es válida si puede ser aceptada por todos en condiciones justas de diálogo. Esto resalta la importancia del consenso y la transparencia en el proceso judicial. Es decir, el juez ya no es una figura autoritaria que decide en silencio, sino un comunicador de justicia. La justificación de una sentencia debe tener coherencia interna (que el razonamiento tenga lógica) y externa (que esté conectada con normas válidas y valores jurídicos). Esta estructura hace que las decisiones sean más confiables y controlables. Además, permite que la ciudadanía entienda y cuestione las decisiones judiciales si es necesario. La argumentación se vuelve, entonces, un medio de control democrático del poder judicial.
Argumentar también cumple otras funciones muy importantes: permite detectar errores, evita que el juez decida con base en ideas personales y ayuda a que el proceso sea más transparente. Si un juez tiene que justificar cada paso de su decisión, es menos probable que actúe de forma arbitraria. Por eso, se dice que la argumentación limita el autoritarismo judicial y lo reemplaza por un ejercicio racional del poder. Una decisión judicial no es legítima solo porque viene de un juez, sino porque está bien argumentada y es aceptada por quienes la reciben. Esto incluye no solo a las partes del proceso, sino a la sociedad en general. Una decisión es racional cuando se toma en un proceso justo, con reglas claras y participación equilibrada. Además, debe basarse en pruebas, hechos reales y razonamientos sólidos. Todo esto ayuda a que las decisiones sean vistas como correctas y justas, más allá de si nos benefician o no. La racionalidad, en este contexto, no es solo un concepto abstracto, sino una forma de actuar. Ser racional significa tomar decisiones coherentes, comprensibles y conectadas con la realidad. Aunque hay distintas formas de entender la racionalidad, todas ayudan a que el derecho funcione mejor. Esto implica que el lenguaje jurídico debe ser flexible y adaptarse al contexto de cada caso. No todo se resuelve con una sola interpretación. El derecho debe evolucionar con la sociedad. Si cambia la realidad social, el derecho debe cambiar también para seguir siendo útil. Por eso, la racionalidad debe estar presente en todas las etapas del proceso: desde interpretar una norma hasta aplicar y ejecutar una decisión. El juez no solo debe actuar bien, sino también comunicar con claridad y transparencia, para que la gente confíe en la justicia. El proceso judicial ha dejado de ser un simple mecanismo legal para convertirse en una herramienta de protección de derechos. El juez moderno necesita interpretar con sensibilidad humana y argumentar de manera sólida. Esto incluye tener en cuenta distintos puntos de vista, tanto sociales como académicos. Así, el juez se conecta con la realidad y no se encierra en un mundo técnico alejado de las personas. Surge la pregunta de si es posible que haya una única decisión correcta en cada caso. Dworkin cree que sí, si se razona adecuadamente. Alexy dice que solo sería posible en condiciones ideales que rara vez se cumplen. Atienza, por su parte, propone que todo depende del tipo de caso y del nivel de análisis. Esta discusión muestra que, aunque el derecho busca respuestas correctas, también debe reconocer su complejidad y límites. En todo caso, lo importante es que el juez tome decisiones basadas en normas, principios y valores constitucionales. Solo así podrá generar decisiones que sean razonables, respetuosas y comprensibles para toda la sociedad. En un Estado constitucional, donde todos tienen derecho a la justicia, el juez tiene la responsabilidad de actuar con claridad, coherencia y sentido de justicia. Finalmente, el proceso judicial cumple una doble función: por un lado, resuelve el conflicto entre las partes; por otro, cumple una función pública, porque impide que las personas tomen justicia por su cuenta. Esto demuestra que las decisiones judiciales no solo deben servir a las
del proceso jurisdiccional para alcanzar la justicia? Esto se logra a través de la sobreinterpretación de la Constitución para extraer reglas implícitas o adscritas que condicionen la validez de la construcción del proceso jurisdiccional, y especialmente de su reflejo normal, que es la sentencia judicial. Y también, a través de la argumentación jurídica para la justificación externa de esos cánones interpretativos, ya que la sobreimprestación debe ser justificada y fundamentada. •El uso de la tutela en Colombia como forma de constitucionalización. En el contexto colombiano existe la acción de tutela contra acciones judiciales como método para ejercer control o constitucionalización del derecho, y de este modo mejorar la calidad de la justicia. En Colombia, la constitucionalización del proceso jurisdiccional se ha logrado desde los precedentes establecidos en las sentencias de control de constitucionalidad y de revisión de tutela. (Pabón Giraldo et al., 2020, p. 282), sobre todas las tutelas contra providencias judiciales, esto, gracias a qué la corte constitución ha extraído a través de la sobreinterpretacion y argumentación jurídica una sería de mismas implícitas encaminadas a proteger derechos fundamentales, el debido proceso y la justicia, es decir, hay un uso de una sobreinterpretacion argumentada de la constitución. Estás normas adscritas, condicionan la validez formal y material de las sentencias judiciales en Colombia, ya que si son desconocidas el juez deberá revocarlas. Para finalizar, la constitucionalización del proceso jurisdiccional se da en tres ámbitos argumentativos.