Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Aquella vieja casa cuento literatura, Ejercicios de Literatura

Ejercicio de escritura donde se ven los diferentes finales en los textos

Tipo: Ejercicios

2022/2023

Subido el 04/07/2023

iris-militza-zuniga-berrones
iris-militza-zuniga-berrones 🇲🇽

1 documento

1 / 4

Toggle sidebar

Esta página no es visible en la vista previa

¡No te pierdas las partes importantes!

bg1
Iris Militza Zuñiga Berrones 3º 2
Aquella vieja casa
Saben hace no mucho tiempo mi abuelo solía contar que las tierras donde
se encontraba nuestro hogar estaban malditas, todos los demás miembros
de la familia lo tomaban como un loco; menos yo, la verdad es que México
es un país que se caracteriza por ser “mágico” y “misterioso”, no es de
sorprender que aquel terreno en Veracruz que le pertenecía a aquel dulce
ancianito estuviera resguardado por criaturas pertenecientes al mismísimo
averno, sobre todo porque muy cercano a estas se encuentra Catemaco que
es la cuna de brujas, magos y curanderos, no tengo conocimiento alguno de
todo este tema de hecho a la edad en que yo visitaba esa casa jamás me
había puesto analizar que lo que se vivía dentro de las cuatro paredes de
esa casa se debía a algún trabajo de brujería o bien a una maldición; si bien
los rumores de mi difunta abuela en el pueblo me daban una idea general
de lo que paso con ella no resolvían mis dudas sobre el tema, ya que se
podía escuchar a las señoras del pueblo decir que ella era una bruja que
vendió su alma al demonio para conseguir la fama y fortuna que tomo
durante sus años viviendo en aquel lugar aunque también se decía que
había dado su alma para casarse con el hijo del hacendado más rico del
pueblo, en cualquiera de los casos ninguno de estos chismes de pasillo
satisfacían mi curiosidad por el tema al contrario solo aumentaban atención
por todo esto, claro esta que para una niña de 7 años la definición de
peligro o de tabú no era algo que existiese, sobre todo conmigo que crecí en
esas cuatro paredes abandonada por mis padres con aquel señor, me
dejaron ahí con la excusa de que mi educación se vería beneficiada con la
cultura que me rodeaba, seguramente se hubieran arrepentido de saber
cómo iban a acabar las cosas; en este punto de la historia tal vez se estén
preguntando quien soy y porque les cuento esto.
Me llamo Angela, tengo 22 años de edad, hace 15 años que mi abuelo “paso
a mejor vida”, disculpen el sarcasmo, pero me parece irónico, que una
persona tan buena viviera tal infierno, lo peor del asunto es que ni estando
muerto pueda estar descansando en santa paz, no en realidad que
pecado o error está pagando para recibir tal penitencia; aquella vieja casa
es el mismo infierno en vida, no se realmente si todo eso se debía a mi
abuela, yo quiero creer que no es así, amaba mucho a su marido como para
condenarlo de esa manera, suficiente tuvo con tener una familia tan
desagradecida y déspota que abusaron años de el con tal de obtener dinero.
Se muy bien que lo contado aquí será poco creíble e incluso sonará como si
estuviera loca, pero esas criaturas que viven dentro de los terrenos de
nuestro hogar ocasionaron un sin fin de tragedias y horrores, desde que mi
pequeña mente tuvo el espacio para guardar recuerdos, he vivido en la casa
de aquel anciano alegre que solía ser aquel hombre, tengo muy presente
que por su edad muchas veces solía olvidar cosas sin embargo las
advertencias que me daba sobre algunas de las habitaciones de la casa
donde habitaban estos seres no me parecía que fuese algo que se debía
tomar a la ligera, me da bastante rabia recordar que sus hijos lo tomaban
como un viejo inútil y decrepito que debía estar en un acilo, en aquel
entonces y aun hoy sigo pensando que son idiotas, mi abuelo no tenía
pf3
pf4

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Aquella vieja casa cuento literatura y más Ejercicios en PDF de Literatura solo en Docsity!

Aquella vieja casa

Saben hace no mucho tiempo mi abuelo solía contar que las tierras donde se encontraba nuestro hogar estaban malditas, todos los demás miembros de la familia lo tomaban como un loco; menos yo, la verdad es que México es un país que se caracteriza por ser “mágico” y “misterioso”, no es de sorprender que aquel terreno en Veracruz que le pertenecía a aquel dulce ancianito estuviera resguardado por criaturas pertenecientes al mismísimo averno, sobre todo porque muy cercano a estas se encuentra Catemaco que es la cuna de brujas, magos y curanderos, no tengo conocimiento alguno de todo este tema de hecho a la edad en que yo visitaba esa casa jamás me había puesto analizar que lo que se vivía dentro de las cuatro paredes de esa casa se debía a algún trabajo de brujería o bien a una maldición; si bien los rumores de mi difunta abuela en el pueblo me daban una idea general de lo que paso con ella no resolvían mis dudas sobre el tema, ya que se podía escuchar a las señoras del pueblo decir que ella era una bruja que vendió su alma al demonio para conseguir la fama y fortuna que tomo durante sus años viviendo en aquel lugar aunque también se decía que había dado su alma para casarse con el hijo del hacendado más rico del pueblo, en cualquiera de los casos ninguno de estos chismes de pasillo satisfacían mi curiosidad por el tema al contrario solo aumentaban atención por todo esto, claro esta que para una niña de 7 años la definición de peligro o de tabú no era algo que existiese, sobre todo conmigo que crecí en esas cuatro paredes abandonada por mis padres con aquel señor, me dejaron ahí con la excusa de que mi educación se vería beneficiada con la cultura que me rodeaba, seguramente se hubieran arrepentido de saber cómo iban a acabar las cosas; en este punto de la historia tal vez se estén preguntando quien soy y porque les cuento esto. Me llamo Angela, tengo 22 años de edad, hace 15 años que mi abuelo “paso a mejor vida”, disculpen el sarcasmo, pero me parece irónico, que una persona tan buena viviera tal infierno, lo peor del asunto es que ni estando muerto pueda estar descansando en santa paz, no sé en realidad que pecado o error está pagando para recibir tal penitencia; aquella vieja casa es el mismo infierno en vida, no se realmente si todo eso se debía a mi abuela, yo quiero creer que no es así, amaba mucho a su marido como para condenarlo de esa manera, suficiente tuvo con tener una familia tan desagradecida y déspota que abusaron años de el con tal de obtener dinero. Se muy bien que lo contado aquí será poco creíble e incluso sonará como si estuviera loca, pero esas criaturas que viven dentro de los terrenos de nuestro hogar ocasionaron un sin fin de tragedias y horrores, desde que mi pequeña mente tuvo el espacio para guardar recuerdos, he vivido en la casa de aquel anciano alegre que solía ser aquel hombre, tengo muy presente que por su edad muchas veces solía olvidar cosas sin embargo las advertencias que me daba sobre algunas de las habitaciones de la casa donde habitaban estos seres no me parecía que fuese algo que se debía tomar a la ligera, me da bastante rabia recordar que sus hijos lo tomaban como un viejo inútil y decrepito que debía estar en un acilo, en aquel entonces y aun hoy sigo pensando que son idiotas, mi abuelo no tenía

demencia, ya que no era el único que podía ver a aquellas criaturas, por lo cual no eran simples alucinaciones creadas por la mente deteriorada de un hombre senil; puedo jurar con mi propia vida que todo aquello era verdad, en muchas ocasiones estando en el vivero de la casa o en las habitaciones cercanas al taller de trabajo de mi abuela, podía sentir como alguien me observaba o me perseguía, también solía recibía ligeros ataques e incluso travesuras. En una ocasión me quede sola en casa, recuerdo haber escuchado la voz de alguien que me llamaba desde las escaleras, me quedé paralizada puesto que sabía perfectamente que el lugar estaba vacío; por lo tanto eso no debía de haber pasado, tome valor para subir a investigar, al estar ya en el segundo piso lo único que pude notar fue la luz encendida del ático, lentamente me acerque pero al intentar bajar la escalera para subir algo que mi mente infantil pudo describir como una sombra con cuernos y ojos amarillentos salió de la puertezuela, pensé en salir corriendo con los vecinos pero mi miedo me dejó paralizada; dure en shock unos veinte minutos, los suficientes para que llegara mi viejito muy asustado por no encontrarme en la planta baja, por alguna razón desde aquel suceso siempre que me encontraba en soledad podía sentir aquellos ojos, sin embargo al voltear para enfrentarlo o salir corriendo no había nadie. Al preguntarle a mi abuelo sobre esto siempre palidecía y lo único que podía decirme es que lamentaba mucho haberse topado con aquel hombre hace muchos años atrás, que de no haber sido así mi nana todavía estaría con nosotros, mi abuela murió sin yo haberla conocido en un horrible accidente o al menos eso era lo que mis padres me contaban, a mis 15 años me entere de la verdad. Estaba husmeando en el ático de la casa, por una tarea escolar, me habían pedido realizar un álbum familiar para exponer en clase, llevaba mucho tiempo buscando entre cajas ya desgastadas por lo años o por la humedad del lugar, ya cansada me disponía a irme, casi al momento de voltear hacia atrás pude notar en el fondo y con una tenue luz un baúl, por lo que podía notar era bastante antiguo, a un lado tenia escrito la palabra recuerdos y los nombres de mis abuelos, me dispuse a sacarlo del lugar, había muchas fotografías, entre ellas se encontraban recuerdos navideños, cumpleaños y una ofrenda muy linda, por ultimo y la que más llamó mi atención era una foto de la casa original, esta, era bastante lejana a las demás pero el espacio era muy bueno, con los años fue cambiando hasta llegar a la casa que hoy conozco. Al ir hurgando más al fondo me encontré con una carta, esta decía de Carmen para Isacc, inocentemente pensé que se trataba de una carta de amor que mi abuela con mucho cariño le dedico a su marido, no dude en leerla, lo que no sabía era que me arrepentiría de eso por toda mi vida, aquel pedazo de papel reflejaba en el, sus ultimas plegarias; se trataba de mas ni menos que de una carta de despedida, estaba horrorizada, como alguien que lucia tan feliz pudo terminar con su propia vida, aunque no me sorprende por lo que podía notar al ir leyendo lo que vivieron mis abuelos justo en este lugar fue horrible, se podía sentir el miedo de mi pobre abuela en cada letra, ella decía que no sabia si se debía a un trabajo de hechicería

mucho tiempo sola en el carro ya que mi madre vino corriendo conmigo a enseñarme una carta que iba dirigida a mi sin remitente. Cuando llegamos a casa corrí directamente a mi recamara para leer lo último que me había dejado mi abuelo, aun recuerdo a la perfección que decía. Querida Angela: Lamento dejarte sola, pero no puedo permitir que nadie te haga daño, te amo demasiado para que eso pase, por favor cuídate mucho, disfruta de todas aquellas cosas que queríamos hacer juntos, se que seguramente al leer esto te enojaras conmigo, pero tenia que enfrentarme a él, ya me había arrebatado al amor de mi vida y no podía permitir que me quitara a mi niña tampoco. La casa está a tu nombre será tuya cuando cumplas 18, puedes hacer lo que quieras con ella, incluso hasta venderla, sé que te dolerá mi partida, pero no llores por mí, estaré en un mejor lugar, tu abuela me debe estar esperando para irnos juntos, recuerda que siempre te voy a amar y a cuidar asi no este presente para ti. Me siento orgulloso de ti y de todo lo que has logrado lamento mucho no estar ahí para verte crecer, pero debo cumplir con mi palabra para que todos esos seres del aberno te dejen en paz y prefiero mil veces dar mi vieja alma que sacrificar la tuya que aun le falta mucho por recorrer. Con amor tu abuelo Isa. P.D. Cuando sea el momento nos volveremos a ver. Ya han pasado siete largos años después de eso, a lo mejor si mis abuelos no hubieran sucumbido ante su codicia aun seguirían aquí conmigo, no vendí la casa no tuve el corazón para hacerlo, de hecho, vivo en ella, en ocasiones por las noches que estoy sola en la sala, puedo ver la figura de aquel ser con ojos amarillos y cuernos rondar por las afueras de la casa, temo por mi vida y mi seguridad. Se que ambas podrán ayudarme he escuchado de ustedes en varios lugares, incluso me hincaría de poder hacerlo, por favor señoritas Cristal y Mili, tengan piedad de esta pobre alma que el único pecado que cometió fue amar a su abuelo con toda su alma, ayúdenme a que estas cosas dejen de

tortúrame, no sé cuánto tiempo poder aguantar viva.

Atte: Angela Hernandez.