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La importancia de aplicar calor y frío en nuestra profesión
Tipo: Diapositivas
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Introducción La OMS (Organización Mundial de la Salud) define la fisioterapia como “el arte y la ciencia del tratamiento por medio del ejercicio terapéutico, calor, frío, luz, agua, masaje y electricidad”.
La terapia por agentes físicos engloba diversos tratamientos como la helioterapia, donde el agente terapéutico es el sol; la fototerapia (la luz); la electroterapia (la electricidad), etc. En esta unidad trataremos sobre el empleo terapéutico de algunos agentes físicos como son el agua, el frío y el calor.
REGULACIÓN DE LA TEMPERATURA La temperatura corporal se regula y se mantiene mediante sistemas de retro alimentación interrelacionados a los que pueden afectar las enfermedades o las condiciones del entorno. La regulación de la temperatura es una función homeostática que equilibra la producción y la pérdida del calor para mantener la temperatura orgánica dentro de un rango bastante constante o « punto de referencia» (36,4-37,3 °C). El termostato del organismo, el hipotálamo, se encarga de controlar esta función.
La información llega al hipotálamo directamente desde los receptores superficiales de la temperatura que se encuentran en la piel y el tejido subcutáneo a través de la médula espinal.
Los órganos internos envían la información sobre la temperatura interna directamente mediante la sangre circulante. El hipotálamo interpreta la información procedente tanto de la superficie como del interior y genera respuestas vasomotoras para mantener la temperatura normal a través de los procesos de conducción, convección, evaporación y radiación.
Cuando el calor aumenta debido al metabolismo, al ejercicio o a factores ambientales, el organismo pierde el exceso de calor a través de la convección, conducción, radiación o evaporación. Por el contrario, cuando se produce una pérdida de calor (frío), el organismo inicia uno o más procesos para producir
Procesos De Transferencia De Calor La conducción es la transferencia de calor cuando un objeto más caliente entra en contacto directo con un objeto más frío (p. ej., bolsas calientes o frías). Cuanto mayor es la diferencia de temperatura, más rápido se transfiere el calor; sin embargo, las aplicaciones muy frías o muy calientes pueden producir lesión tisular. La convección es la transferencia de calor mediante contacto directo con un medio circulante (en movimiento) y otro material de temperatura diferente. Los ejemplos terapéuticos incluyen las piscinas, las almohadillas de agua caliente, las irrigaciones o las infusiones. La radiación es la transferencia de calor a través del aire (sin que intervenga otro medio) desde una zona más caliente a una más fría. Dado que la cabeza expuesta es responsable del 65% de la pérdida de calor corporal, recubrirla ayudará a prevenir la pérdida del calor radiante como, por ejemplo, cuando se pone un gorro a los recién nacidos o a los pacientes quirúrgicos. La evaporación es la transferencia de calor mediante conversión de un líquido en vapor. La transferencia de calor por evaporación es más eficaz que la transferencia de calor por corrientes de aire (radiación). La evaporación del sudor sirve para enfriar el organismo si la humedad del entorno es lo bastante baja para facilitar la evaporación.
EFECTOS FISIOLÓGICOS DE LAS TERAPIAS CON FRÍO Y CON CALOR Termoterapia Crioterapia Aumento de la temperatura superficial Aumento de la tasa metabólica local Disminución del metabolismo celular Dilatación de las arteriolas y los capilares Aumento del flujo sanguíneo en la zona (incluyendo nutrientes y leucocitos fagocitarios) Aumento de la permeabilidad capilar Mejora del drenaje linfático y venoso de líquidos y metabolitos Mejora de la inflamación Aumento de la flexibilidad de los músculos y los ligamentos Analgesia mediante un mecanismo de compuerta
Disminución de la temperatura tisular local Contracción de las arteriolas y los capilares, y disminución del flujo sanguíneo y del drenaje linfático y venoso Disminución de la permeabilidad capilar Disminución de la liberación de fagocitos Enlentecimiento de la conducción nerviosa Reducción de la formación de edemas y de la acumulación Efecto anestésico extremo mediante un mecanismo de compuerta Disminución de la espasticidad muscular
Reducción del edema no asociado a inflamación aguda
Ilustración 1; Efectos de la aplicación de calor sobre los vasos sanguíneos y Efectos de la aplicación de frío sobre los vasos sanguíneos.
TRASTOR NOS QUE AFECTAN A LOS PROCESOS ADAPTATIVOS Los patógenos (virus, bacterias) pueden producir fiebre, una Temperatura superior a 38,3 °C. La fiebre, que es la alteración de la termorregulación que se observa con más frecuencia, hace que el hipotálamo establezca un rango normal (termostato) más alto. En respuesta, el organismo percibe que la temperatura es fría e intenta conservar y producir calor (p. ej., se producen temblores).
La fiebre, como defensa natural, se relaciona positivamente con una recuperación más rápida y con un aumento de la supervivencia. Aunque los antipiréticos reducen la fiebre, no se ha establecido si a portan más beneficios a parte de hacer que los pacientes se sientan más cómodos. Las medidas de enfriamiento externas (compresas tibias y mantas enfriadoras) son antipiréticos ineficaces porque sólo disminuyen la temperatura de la piel. Si el punto de referencia del hipotálamo es alto, el enfriamiento externo producirá mecanismos contrarios ad versos (temblores). Los temblores imponen una gran sobrecarga metabólica aumentando la tasa metabólica y la demanda de oxígeno de cuatro a cinco veces.
Los fármacos pueden alterar el « punto de referencia » del hipotálamo, así como afectar la capacidad del individuo para temblar o para ejercer el control vaso motor.
Proceso Inflamatorio La mayoría de los tipos de lesiones (externas o internas) producen una respuesta inflamatoria. Las causas comunes de este proceso son los traumatismos mecánicos, químicos o térmicos. La inflamación puede ser aguda, subaguda o crónica. La inflamación superficial aguda produce síntomas de enrojecimiento, inflamación, calor, dolor y pérdida de la funcionalidad.
Estos signos y síntomas de la inflamación son producidos por mediadores químicos, como la histamina (el primer mediador de la respuesta inflamatoria), las plasma proteasas (cininas como la bradicinina) y las prostaglandinas, que contribuyen a la vasodilatación, la permeabilidad capilar, la inflamación y el dolor. La curación existe cuando se resuelve el proceso inflamatorio y tiene lugar la regeneración o sustitución celular.
Durante muchos años se han utilizado los tratamientos con calor y con frío superficiales para inhibir o mejorar la respuesta inflamatoria que acompaña a las lesiones tisulares agudas (p. ej., esguinces musculo esqueléticos, distensiones, fracturas o cirugía). Los tratamientos con frío (crío) reducen la inflamación; los tratamientos con calor (termo) aumentan la inflamación. Por cada grado centígrado que aumenta o disminuye la temperatura en el sitio lesionado, la tasa metabólica tisular aumenta o disminuye un 13%. La magnitud de esta respuesta está influenciada por el tipo de trata miento, su duración y el tamaño de la zona que se va a tratar.
La termoterapia se define como la aplicación de calor sobre el organismo con fines terapéuticos, pudiendo hacerse bien directamente, o bien aplicando en el interior del mismo otra forma de energía que posteriormente se convierta en calor.
La intensidad del calor se mide por su temperatura en grados centígrados, y para diferenciar la aplicación de calor o frío nos referiremos a los valores situados por encima o por debajo de los niveles fisiológicos.
Se considera que un agente térmico es caliente cuando su temperatura se encuentra entre 34 y 36 °C como mínimo. El límite superior depende de la sensibilidad cutánea, pero no debe ser mayor de 58°C.
Efectos biológicos Los efectos biológicos de una aplicación de termoterapia se pueden clasificar de la siguiente forma: Efectos locales. Se produce un aumento del flujo sanguíneo, de la permeabilidad capilar, de la actividad metabólica y de la elasticidad de los tejidos, así como un efecto antiinflamatorio, analgésico y relajante de las fibras musculares. Efectos de tipo general. Vasodilatación generalizada, lo que da lugar a un aumento de la sudoración. Aumento del trabajo cardíaco y del esfuerzo respiratorio. En cuanto a sus indicaciones, el tratamiento con calor se recomienda en los siguientes casos.
Indicaciones del tratamiento con calor Localización Aplicación Aparato locomotor. En esguinces, contusiones, dolores musculares, artritis, artrosis, etc. Aparato digestivo. Para aumentar el peristaltismo, contra dolores gástricos, etc. Sistema nervioso. Para producir relajación y bienestar general, para combatir neuralgias, etc Piel. En procesos inflamatorios como los abcesos, para favorecer la cicatrización. Aparato respiratorio. Laringitis. Aparato urogenital. Litiasis, cistitis.
Envolturas secas. Son mantas o sábanas calentadas que se aplican normalmente directamente sobre la piel. Manta y almohadillas eléctricas. Son dispositivos diseñados para proporcionar un calor seguro, rápido y constante. Compresas calientes. Son bolsas de hidrocoloides (conocidas como hot pack “paquete caliente”), que se calientan por inmersión en agua y liberan el calor durante 30 a 35 minutos.
b) Termoterapia líquida o semilíquida: Peloides. Son agentes físicos semilíquidos, constituidos por una mezcla de agua mineral o agua del mar, más un componente sólido de origen animal, vegetal o mineral. Normalmente tienen una consistencia viscosa y densa. Se suelen utilizar a una temperatura bastante elevada. Están indicados en los reumatismos crónicos, rigideces articulares y determinadas neuralgias. Entre ellos tenemos: Fangos o lodos: arcillas y aguas sulfuradas o cloruradas (Figura 20.3). Limos: arcilla, sílice, caliza y agua marina. Turbas: residuos vegetales, arcilla y agua marina o mineral. Biogleas: algas y agua sulfurada. Parafina. Agente semilíquido blanquecino, funde a 52 °C. Se aplica por inmersión local o mediante vendajes y su poder calorífico se mantiene mucho tiempo. Suele aplicarse en las extremidades. Parafangos. Utilizados sobre todo en aplicaciones locales, consisten en la mezcla de parafina con peloides de tipo fango. Se suministran en bloques o placas que funden al calentarse y se aplican directamente en forma de emplastos o envolturas, a una temperatura de 55 °C durante media hora. Tienen un gran efecto analgésico y relajante. Baños calientes. Medio de termoterapia líquido. Pueden ser parciales o totales y con una oscilación de temperatura de 36 a 43 °C.
c) Medios gaseosos: Aire seco. Es un agente gaseoso que se puede utilizar en tratamientos locales o generales. Los generales, se llevan a cabo en habitaciones cerradas y la temperatura del aire se va incrementando de 40 a 60 °C, durante un tiempo inferior a 60 minutos. Para los tratamientos locales, se utilizan unas cajas donde se introduce la zona a tratar.
Vapor de agua. Agente gaseoso que se utiliza de forma general o local. Entre sus modos de aplicación encontramos la sauna y el baño turco.
d) Medios por irradiación: Infrarrojos. Técnica que utiliza la aplicación de energía infrarroja emitida por lámparas. La aplicación debe hacerse a una distancia entre 25 y 30 cm. Es de tipo local y la duración debe ser entre 15 y 30 minutos. Produce analgesia y aumento de la temperatura superficial. Radiación ultravioleta. Se aplican radiaciones electromagnéticas de una determinada longitud de onda. La superficie a tratar debe estar situada a una distancia de un metro. Los tiempos al principio son cortos y progresivamente se van aumentando (máximo 30 minutos). Es necesario proteger los ojos con gafas especiales.
2. Termoterapia profunda. Produce su efecto terapéutico debido al calentamiento directo de los tejidos en profundidad. Recibe el nombre de diatermia y emplea corrientes eléctricas de alta frecuencia (más de 100 000 Hz) produciendo un aumento de la temperatura de los tejidos profundos. Entre los métodos más utilizados encontramos, por ejemplo, el láser, las microondas y la onda corta. Son menos utilizados que los anteriores debido a su complejidad.
Métodos de termoterapia y modo de transferencia de calor. Modo de transferencia de calor Método de termoterapia Conducción. Compresas, Parafina, Termóforos y Peloides. Convección. Aire seco y Vapor de agua. Radiación. Radiación ultravioleta y Radiación infrarroja. Conversión. Microondas y Onda corta.
También pueden ser como en la aplicación de frío:
Lámpara de calor Material: Lámpara de infrarrojos. Toalla de baño.
Técnica:
Manta eléctrica: aplicación de calor seco Material: Manta eléctrica. Cubierta impermeable. Franela o paño para cubrir.
Técnica:
Compresa tibia: aplicación de calor húmedo Material: Protector de cama: hule, entremetida o toalla. Recipiente (palangana). Agua tibia (a 46 °C.). Paño, compresa o toalla. Plástico.
Dos toallas grandes.
Técnica:
Baño caliente: aplicación tibia y húmeda Técnica:
CRIOTERAPIA
La crioterapia se define como la aplicación terapéutica del frío. El uso del frío terapéutico se remonta a los egipcios (2500 a. de C.). En el siglo XIX, el cirujano de Napoleón, lo empleaba con efecto analgésico. El punto álgido de su utilización como agente terapéutico viene con el descubrimiento del enfriamiento de los gases. El nitrógeno líquido, disponible a partir de la segunda Guerra Mundial, revolucionó el campo de la crioterapia.
b) Medios líquidos y semilíquidos: Hielo. Se aplica en forma de masajes o en inmersión. Es la forma más intensa de aplicación de frío. Baños fríos. Se emplean a unas temperaturas de entre – 15 y – 18 °C. Pueden ser parciales o generales. Los generales se aplican cuando se precisa disminuir la temperatura corporal de forma rápida y no deben tener una duración superior a 20 segundos. Los parciales son por ejemplo, los baños de asiento, indicados para las hemorroides.
c) Medios gaseosos: Nieve carbónica. Hielo seco, compuesta por dióxido de carbono sólido. Sprays de vapor frío. Son de fluometano, proporcionan un alivio frío de tipo inmediato y se utilizan mucho para reducir el espasmo muscular. Nitrógeno líquido. A una temperatura de entre – 150 a – 160 °C, se utiliza mucho en fisioterapia. El nitrógeno líquido se lleva al estado gaseoso mediante una corriente de aire sobre la piel del enfermo.
Técnicas de aplicación de frío a) Generalizadas: Las que se realizan en la totalidad del cuerpo de la persona. b) Localizadas : Se efectúa en una zona específica del cuerpo de la persona.
Tanto en un caso como en otro, éstas pueden ser: Seca: No existe contacto de agua con la piel. Húmeda: Existe contacto del agua con la piel.
Bolsa de hielo: aplicación fría y seca Material: Bolsa de hielo. Cubierta de franela, toalla, paño, etc. Cubitos de hielo.
Técnica:
Collar de hielo: aplicación fría y seca La técnica de aplicación es idéntica a la aplicación de la bolsa de hielo. Se puede aplicar en caso de faringitis y después de una amigdalectomía.
Baño de alcohol: aplicación fría y húmeda Material: Alcohol al 70% y agua fría mezclados al 50%. Recipiente. Toallas grandes y medianas. Dos paños. Termómetro. Protector desechable o hule para la cama.
Técnica:
Procedimientos de aplicación de calor y Frío
Manta, almohadilla o cojín eléctrico: Llevan un dispositivo eléctrico en su interior que transforma la electricidad en calor. Suelen tener reguladores de temperatura. Generalmente se introducen en una cubierta impermeable para facilitar su limpieza, y después en otra de franela que se retira al terminar el tratamiento. Hay que tener cuidado, a la hora de utilizarlos, de que las manos no estén húmedas y de que la manta no esté en contacto con el agua. Ilustración:^ Manta de enfriamiento Calentadores eléctricos: Son aparatos constituidos por una envoltura de arena en cuyo interior albergan una resistencia eléctrica que calienta la arena. Se utiliza en aplicaciones locales. Se envuelve el aparato en un paño y se aplica cuando la arena está caliente y el aparato apagado. Envolturas secas: Se calientan sábanas o mantas y se envuelve al paciente en ellas. Una vez acostado, se cubre al paciente con una manta para evitar la pérdida de calor. La aplicación puede ser general o local. Baños de arena: Esta aplicación se puede realizar de forma natural en la playa, con la arena calentada por el sol a 40-50 ºC (es uno de los elementos terapéuticos de la talasoterapia o terapia con agua de mar); o bien de forma artificial, en un recipiente con arena limpia, tamizada y calentada. La aplicación puede ser local o general. El tiempo de aplicación oscila entre media hora para un baño general y hora y media para uno local.
Baños de parafina: Es un aparato eléctrico que funde la parafina y la mantiene a una temperatura constante de unos 52 °C. Permite realizar una aplicación local por inmersión o se puede pincelar la zona que se va a tratar. Cada aplicación requiere un tiempo a temperatura ambiente para que se solidifique y así se obtendrán varias capas que van a mantener el calor. La primera capa actúa como protectora evitando las quemaduras. No debe lavarse la zona anatómica tratada hasta dos horas después de la aplicación. Bolsa de agua caliente: se utiliza agua caliente, a una temperatura dada, dentro de una bolsa de goma provista de tapón. La bolsa se llena aproximadamente unas dos terceras partes, se extrae el aire y se coloca el tapón. Debe envolverse en una toalla o lienzo para su aplicación. El efecto que produce es local. Hot-packs: Son envoltorios especiales rellenos de una sustancia gelatinosa que acumula muy bien tanto el frío como el calor. Se pueden calentar o enfriar según la necesidad. Se aplican como la bolsa de agua caliente.
Infrarrojos: Se utilizan para tratamientos locales y se aplican con una lámpara, que se coloca a una distancia de 40 cm de la zona que se va a tratar (que debe estar desnuda y limpia). La duración del tratamiento es de 20 minutos.
Ultrasonido. Su aplicación se basa en las vibraciones mecánicas de alta frecuencia. Requieren de algún medio de contacto con el paciente, como gel acuoso, aceite o pomada. Está indicado en trastornos óseos, circulatorios, etc.