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Este taller proporciona una guía práctica para la especificación de requisitos funcionales y no funcionales de software. Se explora la importancia de identificar las necesidades del usuario y del sistema, incluyendo ejemplos concretos de requisitos como registro de usuarios, seguridad, tiempo de respuesta y accesibilidad. El taller es útil para estudiantes y profesionales que buscan comprender los principios básicos de la ingeniería de software.
Tipo: Ejercicios
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¡No te pierdas las partes importantes!
Neiser Jesús Barragán Zárate TECNOLOGIA ANALISIS Y DESARROLLO DE SOFTWARE (2977469) SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE SENA MODALIDAD VIRTUAL 2024
En esta fase de análisis, damos inicio al primer ciclo de vida del proyecto de software, donde identificamos los requisitos funcionales y no funcionales del sistema. Estos requisitos nos permiten comprender las necesidades y expectativas de los usuarios y clientes que interactuarán con el software. A través de su participación, podemos detectar las funciones que el sistema debe cumplir y cómo debe comportarse para satisfacer esas demandas. Los requisitos funcionales abarcan las acciones que el software debe realizar, como la navegación o la presentación de información. Mientras que los requisitos no funcionales se refieren a aspectos como la seguridad, eficiencia y experiencia del usuario. Con este análisis, aseguramos que el sistema no solo cumpla con su propósito, sino que también ofrezca soluciones confiables y una experiencia interactiva que responda a las necesidades de los usuarios.
Interacción con el sistema: El sistema debe permitir a los usuarios interactuar de forma fluida con las diversas funcionalidades, como la realización de consultas, el uso de herramientas educativas, y la participación en discusiones o comentarios. Gestión eficiente de datos para administradores: Los administradores del sistema deben contar con herramientas que les permitan gestionar de forma eficiente los datos de los usuarios, facilitando la administración general del sistema, así como la supervisión de la información proporcionada. Verificación de fuentes de información confiables: El sistema debe asegurarse de que las fuentes de información que ofrece a los usuarios sean verificadas y confiables, brindando seguridad en la calidad y precisión de los datos disponibles. Administración de contenido del sitio: Los administradores deben tener la capacidad de gestionar y actualizar el contenido de la plataforma, asegurando que toda la información sea pertinente, precisa y acorde con los temas tratados. Canales de comunicación con expertos: El sistema debe proporcionar vías de comunicación eficientes entre los usuarios y profesionales o expertos en las áreas relacionadas, permitiendo consultas o el intercambio de información de manera directa y efectiva. Comentarios y retroalimentación de usuarios: Los usuarios deben tener la opción de dejar comentarios o sugerencias en el sistema, lo que fomenta la participación activa y ofrece un medio para recibir retroalimentación sobre la experiencia en la plataforma.
Tiempo de respuesta eficiente: La aplicación debe ser capaz de responder en un tiempo máximo de tres segundos para garantizar una experiencia rápida y fluida para los usuarios, evitando retrasos que puedan afectar su uso. Interfaz sencilla y amigable: El diseño de la interfaz debe ser intuitivo, visualmente atractivo y fácil de navegar para todo tipo de usuarios, independientemente de su nivel de conocimiento tecnológico. Esto facilitará la accesibilidad y mejorará la experiencia general de uso. Facilidad en la gestión de datos para administradores: El sistema debe proporcionar a los administradores las herramientas necesarias para gestionar eficazmente los datos y la información dentro de la plataforma. Esto incluye la capacidad de agregar, modificar y eliminar datos de manera eficiente y segura. Almacenamiento seguro de datos personales: Los datos personales de los usuarios deben ser almacenados de manera segura, cumpliendo con todas las normativas de privacidad y protección de datos aplicables. Se debe garantizar la confidencialidad y la protección contra accesos no autorizados. Acceso restringido mediante credenciales: El sistema debe permitir el acceso únicamente a través de un nombre de usuario y contraseña asignados, garantizando la seguridad de las cuentas de los usuarios y previniendo accesos no autorizados. Registro de usuarios nuevos: En el caso de un primer ingreso, el sistema debe permitir al usuario crear una cuenta mediante un nombre de usuario y una contraseña personal, para que puedan acceder al sistema de manera segura. Disponibilidad 24/7: La aplicación debe ser funcional y accesible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, garantizando que los usuarios puedan acceder en cualquier momento sin restricciones de tiempo.
Es fundamental reconocer e identificar las necesidades específicas que el sistema debe cubrir. Por esta razón, resulta imprescindible llevar a cabo una fase de verificación detallada de los requerimientos tanto funcionales como no funcionales del software. Esta verificación nos permite asegurarnos de que el sistema cumple con las expectativas planteadas y puede responder adecuadamente a las demandas de los usuarios. Consideramos que los requisitos mencionados previamente son esenciales en este momento, ya que proporcionan una base sólida para el desarrollo. Sin embargo, somos conscientes de que, a medida que avanzamos en el proceso de implementación del software, podrían surgir nuevas necesidades. Es posible que, durante las etapas posteriores del desarrollo, identifiquemos funcionalidades adicionales o áreas que requieran ajustes o mejoras. Este enfoque flexible nos permitirá adaptar el sistema para que sea más eficiente, funcional y alineado con los objetivos finales. Por lo tanto, la revisión y actualización continua de los requerimientos será clave para garantizar que el software evolucione de manera adecuada y responda a los desafíos que puedan surgir durante su implementación. Esta adaptabilidad nos permitirá no solo mejorar el rendimiento del sistema, sino también incorporar nuevas funciones que optimicen la experiencia del usuario y aseguren el éxito del proyecto.