Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Análisis de la tragedia griega y romana: Esquilo, Séneca y el héroe trágico, Resúmenes de Literatura Griega

Este documento analiza la tragedia griega y romana, centrándose en las obras de esquilo y séneca. Se identifican los momentos de reconocimiento y peripecia descritos por aristóteles en la poética, y se examina cómo esquilo innovó en la estructura y el tratamiento de los temas míticos y heroicos. Además, se estudia la representación del héroe trágico en las obras de séneca, como edipo y fedra, y cómo este autor integró la filosofía y la innovación teatral en sus composiciones. Un análisis detallado de los recursos literarios, la caracterización de los personajes y la evolución de la tragedia desde la grecia clásica hasta la roma del siglo i d.c. Es un recurso valioso para comprender la riqueza y complejidad de este género literario fundamental en la cultura occidental.

Tipo: Resúmenes

2023/2024

A la venta desde 08/08/2024

maite-gomez-18
maite-gomez-18 🇦🇷

5 documentos

1 / 8

Toggle sidebar

Esta página no es visible en la vista previa

¡No te pierdas las partes importantes!

bg1
Profesorado de Lengua y Literatura
Literatura Grecolatina
Trabajo Práctico N°3 Los caracteres trágicos
Mnes. 11/10/2023
pf3
pf4
pf5
pf8

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Análisis de la tragedia griega y romana: Esquilo, Séneca y el héroe trágico y más Resúmenes en PDF de Literatura Griega solo en Docsity!

Profesorado de Lengua y Literatura Literatura Grecolatina Trabajo Práctico N°3 – Los caracteres trágicos Mnes. 11 / 10 /

Consignas

  1. Identificar en las obras de Esquilo, los momentos de reconocimiento y peripecia que describe Aristóteles en su Poética. Comentar estos momentos indicando qué es lo que se descubre y cómo cambia la fortuna de el/los protagonistas de cada obra.
  2. Realizar un comentario sobre la escritura de Esquilo, recuperando datos sobre las innovaciones que introdujo, los aspectos que tomaba para sus obras y la forma en la que sus composiciones destacan sobre otras de su época. Además, ejemplificar las características descriptas con la Orestíada.
  3. A partir de la lectura de las obras de Séneca reconocer las características del héroe trágico que se ven representadas en Edipo y en Fedra. Mencionar desde qué perspectiva teórica se seleccionan estas características que conforman el aspecto trágico de los héroes. Ejemplificar cada característica con comentarios de alguna de las obras de este autor romano.
  4. Recuperar y redactar un breve texto en el que se describa la forma en la que Séneca integraba sus obras literarias con la filosofía del momento, el trabajo con los materiales épicos/mitológicos heredados de Grecia, y la innovación teatral propuesta en Roma para el Siglo I después de Cristo. Ejemplificar estos aspectos con sus obras.

trilógica de la tragedia griega fue una creación esquílea; principalmente teniendo la convicción de que Las Suplicantes era la pieza más antigua de Esquilo, es decir, que desde un primer momento el autor había organizado sus tragedias en forma de tríptico. Puesto que esta obra se creía escrita hacia el 490, Esquilo se lanza a la rivalidad contra los grandes contemporáneos y nos hace notar que estamos en presencia de una de las innovaciones del poeta. (Alsina, 1978; 30). El mundo heroico de los poetas épicos y los temas de la mitología asumen en Esquilo un valor trascendente y un nuevo sentido al convertirse la fábula en un problema de conciencia o de derecho supeditado al espíritu profundamente religioso del gran trágico. Esquilo busca las mejores soluciones de los trances graves, atendiendo a principios de justicia y de humanidad, aunque a veces se resuelvan en catástrofe; pero la justicia no puede estar en dos partes al mismo tiempo, y si el conflicto existe es porque cambia de posición cuando los hombres no saben mantenerlo a su lado. Pese a todo, los caracteres de los personajes esquilianos no tienen medida humana, porque la mitología ahoga a la psicología y lucha contra la divinidad y el destino, pero están dibujados con un criterio humano, natural en un escritor profundamente religioso y fuerte en teología. La técnica del diálogo, propia del arte dramático, perfeccionada por el mismo· Esquilo al introducir, frente al coro, dos personajes, y al aceptar luego un tercero impuesto por Sófocles, traslada los conflictos, objetivos en la épica, a un animado personalismo. Sus tragedias son de trama sencilla, en ellas el asunto no predomina y su evolución y desenlace son conocidos de antemano. La vigencia del gran trágico, su audacia en la expresión, en las valientes imágenes, y su estilo con frecuencia voluntariamente impenetrable confieren a la poesía de dicho autor una elevación desde la cual el poeta no hace concesiones para hacer accesible su grandeza y traslada al auditorio o al lector a un mundo irreal. (Valverde, 2004; 74). Además, en La Orestíada se pueden ver otras importantes innovaciones como: en el primer canto una tríada se encuentra precediendo una serie de grupos estróficos formados solamente por estrofas y antístrofas. Y en el canto amebeo se ve por primera vez una unidad conformada por distintas partes, con la novedad de un “canto intermedio” colocado entre dos estrofas. Asimismo, aparece dicho canto en Las Coéforas con usos innovadores. Finalmente, en Las Euménides se aprecia otro aspecto a destacar; cómo se separan los diferentes componentes estróficos, lo cual vemos cuando Apolo presenta sus argumentos a favor y en contra de Orestes, allí la estrofa está separada de la antístrofa por partes recitadas.

  1. Bauzá nos expone, en el inicio de su interpretación que, para el imaginario griego de la época, el caso de Edipo está visto como un relato mítico en torno de un héroe trágico; pero eso no invalida considerar el hecho de que la figura de Edipo, personaje mítico-legendario, pueda haberse constituido a partir de alguna base histórica. Desde el momento en que el mito se desenvuelve en un tiempo histórico conlleva también en su discurso elementos que pertenecen a la sociedad y a la misma historia. Festugiére destaca que el caso de Edipo es complejo, dado que este héroe no solo es completamente inocente, sino que desea hacer únicamente el bien, y son estos esfuerzos mismos por hacer el bien los que lo conducen a su horrible fin. (Bauzá; 1998, 117). Desde el punto de vista simbólico, Edipo, al igual que cualquiera de los héroes de la tragedia griega, se nos presenta como un espejo de la vida humana en sus momentos críticos: es el hombre elevado al punto más alto de su ser que corre el riesgo de encontrar la muerte precisamente en el instante en que acaba de alcanzar la victoria. Un aspecto interesante de la condición heroica es que estos seres están condenados a la soledad y que ésta aumenta al momento de tomar decisiones: tal es el caso de Edipo al tratar de componer diversos hechos de su vida que le permitirán conocer su verdadera identidad. Así como afirma Aristóteles, el estatuto de Edipo, en su doble y contradictorio aspecto, queda definido como por encima y por debajo de lo humano, héroe más poderoso que el hombre, al igual que un dios; y al mismo tiempo una bestia bruta arrojada a la soledad salvaje de las montañas (Vernant y Vidal, 2002; 130). Se suma a esta característica otra muy frecuente en los héroes: por muchas de sus hazañas despierta la envidia de los dioses, que necesariamente conlleva como castigo una muerte trágica. Esto lo vemos en el último acto de Fedra, quien decide quitarse la vida como forma de escapar de la vergüenza y el tormento que la muerte de Hipólito le causó. Según la óptica de los antiguos, existían marcas o señales que, quienes las presentaban eran reputados como portadores de una energía negativa y era necesario eliminarlos en favor de la comunidad. Ese hecho podría explicar el abandono al que son sometidos muchos de ellos. Conviene también destacar que esos seres a pesar de dichas adversidades continuaban viviendo según la caprichosa interpretación de esos pueblos, y lo habían conseguido porque contaban con la aprobación de alguna deidad o simplemente porque habían logrado escapar de la muerte. No se trataba, en consecuencia, de simples mortales, sino de seres extra-ordinarios a

La tradición dramática desde la Grecia del siglo V a. C. a la Roma del siglo I d. C. es lo suficientemente compleja como para hacer imposible cualquier tipo de afirmación de las relaciones de Séneca con los tragediográficos griegos y como para que se hayan podido afirmar que las tragedias del autor no son imitaciones de las griegas, sino simplemente recreaciones de un material tradicional. El teatro de Séneca no responde, igualmente, a una literatura de circunstancias favorecidas por las tendencias políticas o las aficiones literarias de un emperador. Su teatro no es tampoco de oposición, una literatura de combate, sobre todo en el sentido en el que hoy se entendería este término. Pero esto no quiere decir que no está conectado con el contexto histórico y social en el que nació, sino que, al contrario, lo refleja perfectamente. Y no solo porque naciera bajo el impulso de una corriente filosófica y bajo unas formas de expresión literarias que eran ya en sí el reflejo de una circunstancia histórica, sino porque este teatro en sí mismo, con su planteamiento de la oposición entre la ratio y el furor, entre la humilde pobreza y la ambiciosa riqueza, entre la libertad interior y la inestabilidad de la fortuna, es la forma de expresión de un hombre inmerso en una sociedad y en un momento histórico duro y conflictivo (Luque Moreno, 1982; 29). De todos modos, en el teatro de Séneca hay una serie de elementos técnicos y estructurales, y una serie de temas que se pueden encontrar igualmente en la tragedia ática del siglo V. De la temática de esa tragedia, Séneca parece haber escogido aquellos aspectos que mejor cuadraban a sus propósitos y principios. De aquí que, de los tres trágicos griegos, sea Eurípides el que parece haber sido el modelo preferido del autor; tienen muchos elementos comunes, no solo en lo que a temas se refiere, sino también en lo que concierne a un interés común por la especulación filosófica y por la vida humana, por los golpes de efecto, por lo patético y por las descripciones pictóricas, por la agudeza de los razonamientos y por las reflexiones sentenciosas. Eurípides parece haber sido el principal modelo en Fedra, mientras que la temática de Edipo y Agamenón parecen depender directamente de Esquilo. Frente al modelo ático de Edipo, Séneca ofrece una gran fuerza dramática que presenta una innovación, fuerza que le permitió ejercer un gran influjo en el teatro posterior.

Bibliografía: ALSINA, J. (1978). Esquilo. Barcelona: Bosch. ARISTÓTELES. (2007). Poética. Buenos Aires: Gradifco. BAUZÁ, H. (1998): Cap. V “El mito de Edipo” en El mito del héroe. Morfología y semántica de la figura heroica. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica DE RIQUER, M. y VALVERDE, J. M. (2004). Capítulo II: “Literatura clásica de griegos y latinos” en Historia de la literatura universal - Tomo I. Barcelona: Gredos. LUQUE MORENO, J. (1982). Tragedias I. Madrid: Gredos. VERNANT, J.-P. y VIDAL NAQUET, P. (2002): Mito y tragedia en la Grecia Antigua. Vol. I y II. Barcelona: Paidós. Obras literarias: ALSINA, J. (2011). Esquilo – Orestíada. Lectulandia. LUQUE MORENO, J. (2019). Séneca – Tragedias II. Lectulandia.