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Este trabajo de grado analiza la pertinencia de la teoría crítica de herbert marcuse en la sociedad de los algoritmos, centrándose en los conceptos de trabajo alienado y racionalidad tecnológica. Se realiza una indagación en la obra de marcuse, 'el hombre unidimensional', para comprender cómo la tecnología y la automatización impactan en la vida humana y la libertad individual.
Tipo: Tesis
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Trabajo de grado para optar al título de Magister en Filosofía
Director Juan Manuel López Rivera
Nuestros más sinceros agradecimientos a la Universidad Tecnológica de Pereira por confiar en nosotros, abrirnos una vez más sus puertas y acogernos generosamente durante estos años en sus aulas. Agradecemos a todos los profesores del programa de la Maestría en Filosofía, que indudablemente nos enriquecieron como profesionales y también como personas con sus sabios conocimientos, consejos, y, sobre todo, con sus enseñanzas de vida. A todos nuestros compañeros de clase, con quienes compartimos el trabajo académico y sonrisas sinceras.
Agradecimientos a cada una de nuestras familias por apoyarnos de una u otra manera en nuestro proceso de formación académica. A nuestra hija Sara, por su paciencia y comprensión durante estos años en los que tuvo que compartir nuestro tiempo con la academia.
Finalmente, queremos expresar nuestros más profundos agradecimientos al profesor Juan Manuel López Rivera, principal colaborador durante todo este proceso. Su acompañamiento, motivación, paciencia y orientaciones fueron fundamentales en el desarrollo de este trabajo.
postindustrial. Partiendo de algunos principios marxistas presenta al hombre contemporáneo como fruto de las sociedades industrializadas, sometido a ellas, reprimido, absorbido en su estructura personal. Su individualidad, en realidad, no es más que una expresión del sometimiento ideológico. En dicha sociedad, la racionalidad tecnológica se desarrolla más en sentido represivo que emancipatorio. Es decir, las máquinas, que reemplazaron el esfuerzo físico del hombre, en lugar de permitirle el disfrute de su libertad y el goce de su tiempo, lo convirtieron en dependiente de la tecnología bajo un esquema de dominación tecnológica.
Así pues, el trabajo , una actividad que estuviera integrada dentro de la naturaleza primitiva del hombre, se encuentra, en la sociedad industrial avanzada , desarticulado de la simple supervivencia y se ha adaptado tanto al sistema tecnológico-productivo como a la dinámica de consumo propia de la industrialización. Ese carácter industrializado de la sociedad, que está orientado hacia la técnica como dominio de la naturaleza, presenta a la vez una inquietante paradoja; por un lado, le permite al hombre satisfacer sus necesidades básicas, e incluso, le permite disfrutar de ciertos placeres, lujos y de un confort material; por otro lado, ha conseguido que a través de la tecnología se obtenga un dominio sobre él^1 , midiéndolo desde el rendimiento, la eficiencia y reduciéndolo progresivamente a una sola dimensión de carácter cuantitativo: cantidad en lo que produce, cantidad de horas que trabaja, cantidad de salario que devenga, etc.
Ahora bien, pensar en la posibilidad de que el hombre del siglo XXI, el hombre de la sociedad de los algoritmos^2 , también se encuentre alienado, significaría que ha sido incapaz de recuperar la capacidad de contemplación de sí mismo, del mundo, de la naturaleza que le rodea, y
(^1) Al respecto escribe Giovanni Sartori en su texto Homo videns. La sociedad teledirigida (1998): “Ya no tenemos un hombre que «reina» gracias a la tecnología inventada por él, sino más bien un hombre sometido a la tecnología, dominado por sus máquinas. El inventor ha sido aplastado por sus inventos”. (p. 131). (^2) Alberto Constante y Ramón Chaverry, en su texto Silicolonización de la subjetividad – Reflexiones en la nube , emplean el término para referirse a la sociedad del siglo XXI, la sociedad de las tecnologías digitales y del control através de la hipercomunicación. Para ampliar esta información léase el texto en mención, pág. 57-77.
sigue tan alienado como el hombre descrito por Marcuse. Significaría que su tiempo de ocio, su libertad y su intimidad continúan extraviados y que la alienación , fruto del sistema productivo y las nuevas formas de relación entre tecnología, trabajo y rendimiento, ha llegado a convertirse en una forma de esclavitud tan efectiva que los individuos no la perciben de manera consciente, o peor aún, no les importa subyugarse a ella voluntariamente y sin ninguna resistencia.
El problema se torna más preocupante si se tiene en cuenta que la sociedad de los algoritmos se caracteriza, entre otras cosas, por un amplio desarrollo y despliegue de artefactos tecnológicos-digitales, al que un grueso de la población mundial tiene acceso. Una gran variedad de dispositivos inalámbricos interconectados y con acceso a internet permiten ahora, con mayor fluidez, trasladar por completo a la esfera de lo privado las tareas propias de la oficina y la empresa. Este fenómeno, que había iniciado en la sociedad industrial avanzada descrita por Marcuse, alcanza su mayor grado de perfeccionamiento en la sociedad actual.
En esta sociedad no parecen haber espacios vetados para la incursión del mundo laboral y la tecnología a todas las esferas del individuo. Es imposible una desconexión total con la rutina laboral diaria. Ahora no solo el hogar y otros lugares de encuentro familiar se han convertido en las nuevas oficinas, sino que, además, cualquier centro comercial, un mall de comidas, una cafetería, un aeropuerto, entre otros sitios más, sirven a la premura por aprovechar el tiempo con el fin de alcanzar una mayor productividad. El modo “ on line ” y la multitarea, motivados por la eficiencia, se convierten paulatinamente en una condición de vida, contraviniendo el descanso y la contemplación, necesarios para una vida sin alienación.
La idea de “ser tu propio jefe” y junto a ella la idea de lograr una “libertad financiera” a través del emprendimiento, se vuelven discurso y se abren camino en esta sociedad del siglo XXI. Fecundan el imaginario colectivo hasta el punto de convertirse en sinónimo de progreso. Esto da
En cuanto a la metodología, la presente investigación busca analizar la obra de Herbert Marcuse El hombre unidimensional (1985), con el fin encontrar la pertinencia de la teoría crítica en la sociedad de los algoritmos mediante una indagación a los conceptos de trabajo alienado y la racionalidad tecnológica, a través de un ejercicio de fundamentación hermenéutica en el autor y de apropiación contemporánea de la problemática, en la medida en que se busca la actualización de la teoría expuesta por Herbert Marcuse.
Ahora bien, este trabajo se estructura de la siguiente manera: en el primer capítulo, el lector encontrará un análisis de los conceptos de trabajo y alienación, los cuales serán fundamentales para comprender la teoría crítica de Herbert Marcuse a la sociedad industrial avanzada. Posteriormente, se presentará el problema del trabajo alienado en Marcuse a partir de la crítica que hace Carlos Marx a la sociedad industrial. Esto en el entendido de que ha sido precisamente Marx quien ha inspirado a Marcuse para la elaboración y desarrollo de su propia teoría crítica. En este orden de ideas, se analizará cómo el trabajo dejó de ser una actividad a través de la cual el hombre tenía libertad para encontrarse a sí mismo en la acción y a la vez satisfacer sus necesidades básicas, para convertirse en un instrumento de control y de opresión que absorbe todas las esferas de su vida. Así, pues, los individuos que conforman dicha sociedad se encuentran limitados, alienados por toda una serie de falsas necesidades, que se implantan de una manera solapada a través de los medios de comunicación y la tecnología, generando y fomentando así la unidimensionalidad del hombre^4.
(^4) Los recursos bibliográficos básicos para la elaboración de este primer capítulo son los siguientes: Herbert Marcuse: El hombre Unidimensional.Heidegger. Escritos filosóficos 1985. Barcelona. Planeta -Agostini. Traducción de Antonio Elorza; (1932-1933). 2016. Editados y traducidos por José Manuel Romero Cuevas. Madrid. Sobre Marx y Biblioteca Nueva;Ariel; Marx y el trabajo alienado Ensayos sobre política y cultura.. 1969. Traducido por Marcelo Pérez Rivas. Carlos Pérez Editor S.A. Buenos Aires; 1970. Traducción de Juan Ramón Capella. Barcelona. Ediciones Un ensayo sobre la liberación En cuanto a la bibliografía crítica, se utilizarán los siguientes textos: Ronulfo Vargas Campos, en su artículo de revista. 1969. Traducido por Juan García Ponce. Editorial Joaquín Mortiz, S. A. Boston. Marcuse: Vigencia de un pensamiento inactual enero-agosto 2006; Elías Capriles, con su artículo de revista:. 2006. Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIV (111-112), 145-152, En torno al concepto de Alienación: Una reelaboración
En el segundo capítulo, se abordará el concepto de la racionalidad tecnológica, analizando el papel de la tecnología en la vida del hombre y cómo el desarrollo tecnológico influye en el modelo social y productivo. Se abordará la racionalidad tecnológica como una nueva forma de control del sistema totalizador característico de la modernidad. Se planteará cómo dicha racionalidad camina bajo los presupuestos de la optimización y la eficiencia de la mano con la ciencia. Igualmente, veremos cómo las ciencias básicas tanto como las ciencias humanas, responden a las necesidades del sistema administrado, donde el presupuesto de lo útil se ha puesto por encima del presupuesto de lo humano, tomando un camino de subordinación en dirección de los intereses políticos que permean todas las esferas sociales, incluyendo la educación y el trabajo^5_._
Finalmente, en el tercer capítulo se buscará establecer la pertinencia en la sociedad de los algoritmos de los conceptos de trabajo alienado y racionalidad tecnológica , presentados por Herbert Marcuse en su libro El hombre unidimensional (1985). Se hará una descripción de la sociedad de los algoritmos desde varias perspectivas: laboral, social, política y económica. El objetivo será identificar si los postulados allí expuestos por el autor alemán, particularmente sobre el trabajo alienado y la racionalidad tecnológica, aún están vigentes y permiten comprender las
Ecologista desde el siglo XXI. recibido en septiembre de 2008 y arbitrado en noviembre de 2008. pp. 15- 58; Diego Sabiote Navarro, en su ensayo: 2008. Revista estudios culturales. Vol. 1/ Nº 2. Valencia, julio - diciembre. Artículo La crítica de Marcuse a la sociedad unidimensional ISSN 0212-3169, Nº 3, 1982, págs. 43-62; Michel Ambacher, con su texto: 1982. Educació i cultura: Revista mallorquina de pedagogía. Marcuse y la civilización americana .1970. Ediciones Acervo. Barcelona. Versión española de José Mª Aroca; Alexis Sossa Rojas. cuerpo como dimensión de utilidad. Revista de Ciencias Sociales (Cl), núm. 25, 2010, pp. 37-55. La alienación en Marx: el Departamento de Ciencias Sociales. Universidad Arturo Prat. Iquique. Segundo Semestre 2010 pp. 37-55. ISSN 0717-2257.Chile. Tarapacá, (^5) Los recursos bibliográficos básicos para la construcción de este segundo capítulo son los siguientes: Herbert Marcuse:Horkheimer: El hombre Unidimensional. Critica de la razón instrumental 1985. Barcelona. Planeta -Agostini. 1973. Editorial SUR. Buenos Aires, versión castellana de H. A. Murena Traducción de Antonio Elorza; Max y D. J. Vogelmann. En cuanto a la bibliografía crítica, se utilizarán los siguientes textos: María del Carmen LópezSáenz, el articulo La crítica de la racionalidad tecnológica en Herbert Marcuse , revista Enrahonar 1, 1988, 81-93; César Ortega Esquembre, el articulo Crítica , Daimon. Revista Internacional de Filosofía, nº 71, 2017, 47-62 ISSN: 1130-0507 (papel) y 1989-4651 Habermas y Marcuse contra la ideología tecnocrática. Divergencias en la Teoría (electrónico) http://dx.doi.org/10.6018/daimon/233581.
mediante la tecnología; en lugar de permitir la búsqueda de la liberación y la emancipación del hombre.
La tecnología está controlada por la racionalidad tecnológica a través de las reglas impersonales dadas por los expertos (administradores del sistema) en función de la optimización, mediante métodos matemáticos y cálculos estadísticos en la esfera de los medios. Las reglas desvinculadas de los fines, que se han extendido por todas las esferas de la vida social, han traspasado de la fábrica a las oficinas administrativas, de allí a los escenarios laborales actuales, y así a todas las operaciones de las empresas e instituciones económicas, sociales y políticas; todas operan en función de la “optimización” y el “rendimiento”.
Sumado a lo anterior, existe una clara pertinencia de los postulados de Marcuse con respecto a los acontecimientos de la sociedad de los algoritmos. Esta se encuentra caracterizada, entre otras cosas, por una alta dependencia tecnológica por parte del sujeto de esta sociedad, una demanda creciente de navegación en internet, un gran desarrollo de procesos en la nube, una comunicación impersonal y grandes desafíos sociales. Una sociedad gaseosa políticamente, donde los individuos no sienten un vínculo que los conecte con las necesidades de transformación política y social. Las conexiones intersubjetivas se fundamentan principalmente en las apariencias y el hedonismo que se observa en las redes sociales.
El trabajo alienado según Herbert Marcuse
La libre elección de amos no suprime ni a los amos ni a los esclavos. Escoger libremente entre una amplia variedadde bienes y servicios no significa libertad si estos bienes y servicios sostienen controles sociales sobre una vida de esfuerzo y de temor, esto es, si sostienen la alienación.^7 H. Marcuse
El presente capítulo tiene como objetivo analizar los postulados sobre el concepto de trabajo alienado, expuestos por Herbert Marcuse en su libro El hombre Unidimensional , publicado en 19648_._ Un análisis de la sociedad industrial avanzada , en el cual el autor hace una crítica a los medios de comunicación, a la industria cultural y a la alienación del trabajo , entre otros fenómenos sociales, generados por la industrialización y la automatización. Este hecho le llevará a plantear su tesis sobre la unidimensionalidad del hombre en la sociedad industrial avanzada.
La idea fundamental con este escrito es mostrar cómo el trabajo , actividad que le permitió al hombre transformar la realidad y satisfacer sus necesidades físicas y espirituales, terminó convirtiéndose, al interior de la sociedad industrial avanzada , en un instrumento de control y de explotación a través del uso de la tecnología. En consecuencia, el trabajador que describe Marcuse se verá impedido para ejercer su libertad^9 y alcanzar con plenitud su autonomía. Para argumentar
(^78) Marcuse, Herbert. 1985. El hombre Unidimensional. Barcelona. p. 38_._ Traducción de Antonio Elorza. el año 2016, traducida al español por Antonio Elorza. Editorial Austral, editada en año 2016, también traducida alExisten varias versiones del texto en mención publicadas en español, entre otras las de: Editorial Planeta, editada en español por Antonio Elorza. Editorial Ariel, editada en el año 2001, traducida al español por Antonio Elorza. Para laelaboración de este trabajo de grado se usará la versión de la editorial Planeta – Agostini, del año 1985, traducida también al español por Antonio Elorza, pues es la edición que se tiene a nuestra disposición en medio físico y enformato PDF, lo que facilita un poco nuestro trabajo. (^9) Marcuse diferencia entre Libertad y libertad; por un lado, con Libertad el autor parece referirse a un universal, un valor supremo. Es decir, Libertad como axioma, como ideal. En su libromenciona en cinco ocasiones. En una de ellas escribe: “Las técnicas de la industrialización son técnicas políticas; El hombre unidimensional (1985) solo la como tales, prejuzgan las posibilidades de la Razón y de la Libertad”. p. 48. Y más adelante en el mismo texto afirma:
alienado una de sus máximas expresiones. Este hecho lleva a plantear una serie de interrogantes que se consideran fundamentales para el desarrollo de este texto; por ejemplo: ¿Qué quiere decir Marcuse cuando se refiere al trabajo alienado? ¿Qué implicaciones y consecuencias tiene este tipo de trabajo para el hombre de la sociedad industrial avanzada? A partir de la implementación de la tecnología, ¿Se puede hablar de libertad en el trabajador de la sociedad industrial avanzada? Para tratar de encontrar respuestas a estos interrogantes se tendrá que indagar en dónde fundamenta Marcuse ambos conceptos ( trabajo y alienación ) con los cuales estructura su teoría crítica.
Michel Ambacher, en su texto: Marcuse y la civilización americana (1970); en el subcapítulo denominado “Marcuse discípulo de Karl Marx” (p. 21-22), devela la admiración que sentía Marcuse por el pensamiento filosófico de Marx^11. Según Ambacher, Marcuse consideraba a Marx como el culmen de la filosofía. “El fruto que le sucede a la flor”; en otras palabras, Marx encarna para Marcuse el instante en que la acción pasa a dominar a la especulación.
Al estudiar la teoría marxista de la sociedad industrial como una teoría histórica, Marcuse comprende que si bien es cierto algunos conceptos marxistas deben revaluarse y reexaminarse^12 , otros sin embargo se han ratificado a lo largo del desarrollo del capitalismo. Ejemplo: la
(^1112) Sobre esta admiración léase Ambacher, Michel. Marcuse y la civilización americana (1970. p. 21). Marcuse, en 1978, y cuyo video aparece subido a la plataforma de YouTube el 20 de septiembre de 2014, se refiere aA propósito de este tema, el profesor británico y divulgador Bryan Magee, en entrevista televisada hecha a Herbert cómo la Primera y la Segunda Guerra Mundial trajeron para Occidente grandes crisis económicas, que fueronprecisamente interpretadas por muchos marxistas como el colapso del sistema capitalista de la época. Algo que, según el entrevistador, ya la teoría marxista había vaticinado; sin embargo, mientras que en la teoría de Marx dicho colapsoabonaría el camino en esas sociedades para la llegada de “El Reino del Comunismo”, lo que advino en la mayoría de ellas fue el fascismo. Este hecho, según piensa Magee, causaría decepción en muchos marxistas hasta el punto dehacerlos desistir en sus ideales, mientras que otros en cambio, sintieron la necesidad de estudiar, revaluar y reexaminar la teoría de Marx, si es que pretendía seguir siendo creíble. Esto sucedió precisamente con La Escuela de Frankfurt,por lo menos con la primera generación, conformada por prestigiosos miembros versados en diferentes disciplinas como Max Horkheimer, Theodor Adorno, y por supuesto Herbert Marcuse, entre otros. Cabe resaltar que el objetivode esta Escuela se centraba básicamente en dos aspectos; por un lado, realizar una crítica a las sociedades industriales desarrolladas, desde una perspectiva interdisciplinaria; por otro lado, a partir de la crítica del conocimiento anterior,pretendían romper con lo tradicional. El video con la información acá referenciada se encuentra disponible en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=4jFIfJBKdaw&t=1446s (Consultado el 15 de enero de 2021).
concentración del poder económico y la fusión de las élites políticas con el aparato económico, entre otras. En este sentido, Marx se convierte en faro y fuente en la elaboración de la teoría crítica de Marcuse a la sociedad industrial avanzada. A propósito de esto, señala Ambacher (1970), citando a Marcuse desde su texto El marxismo Soviético :
Cuandoconvencimiento de que la historia había alcanzado finalmente el estadio en el que la Razón y la Marx empezó a elaborar su técnica política, escribe Marcuse, «le impulsaba el Libertad podían ser transformadas de ideas filosóficas en objetivos políticos». Es el momento,añade Marcuse, en que las categorías que nos sirven para definir el mundo se convierten, de «metafísicas» que eran, en las realidades «sociológicas» que serán en adelante. (p. 22). Teniendo en cuenta lo anterior, quizá se pueda comprender por qué el autor berlinés toma como base teórica el concepto ontológico de trabajo^13 y el concepto de alienación desarrollados
(^13) Vale la pena resaltar que, ya en su texto El Capital , 1975. Tomo I. Vol. 1, Siglo XXI Editores, Carlos Marx deja clara la relevancia del concepto de trabajo como condición propia de la existencia humana en relación con la naturalezay su transformación, en este sentido escribe: Como creador de valores de uso, como trabajo útil , pues, el trabajo es, independientemente de todas las formaciones sociales, condición de la existencia humana, necesidad natural y eternade mediar el metabolismo que se da entre el hombre y la naturaleza, y, por consiguiente, de mediar la vida humana. (p.53).cual pertenece exclusivamente al Y más adelante, en el mismo texto, continúa afirmando Marx: Concebimos el trabajo bajo una forma en la hombre. Una araña ejecuta operaciones que recuerdan las del tejedor, y una abeja avergonzaría, por la construcción de las celdillas de su panal, a más de un maestro albañil. Pero lo que distingueventajosamente al peor maestro albañil de la mejor abeja es que el primero ha modelado la celdilla en su cabeza antes de construirla en la cera. Al consumarse el proceso de trabajo surge un resultado que antes del comienzo de aquél yaexistía en la imaginación del obrero , o sea idealmente. El obrero no sólo efectúa un cambio de forma de lo natural; en lo natural, al mismo tiempo,y manera de su accionar y al que tiene que subordinar su voluntad. Y esta subordinación no es un acto aislado. Además efectiviza su propio objetivo , objetivo que él sabe que determina, como una ley, el modo de esforzar los órganos que trabajan, se requiere del obrero, durante todo el transcurso del trabajo, la voluntad orientada a un fin , la cual se manifiesta como atención. Y tanto más se requiere esa atención cuanto menos atrayente sea para el obrero dicho trabajo, por su propio contenido y la forma y manera de su ejecución; cuanto menos, pues,disfrute el obrero de dicho trabajo como de un juego de sus propias fuerzas físicas y espirituales.( p.216). Igualmente, en su texto tituladode trabajo alienado que, según sus propias palabras: …convierte a la naturaleza en algo ajeno al hombre, lo hace ajeno Manuscritos: economía y filosofía , 1980. Editorial Alianza, Marx describe el concepto así mismo, de su propia función activa, de su actividad vital, también hace delpara él la vida genérica se convierta en medio de la vida individual… en primer término, el trabajo, género algo ajeno al hombre; hace que la actividad vital, lanecesidad de mantener la existencia física. La vida productiva es, sin embargo, la vida genérica. Es la vida que crea vida productiva misma, aparece ante el hombre sólo como un medio para la satisfacción de una necesidad, de la vida. En la forma de la actividad vital reside el carácter dado de una especie, su carácter genérico, y la actividad libre,consciente, es el carácter genérico del hombre. La vida misma aparece sólo como medio de vida. El animal es inmediatamente uno con su actividad vital. No se distingue de ella. Esvital misma objeto de su voluntad y de su conciencia. Tiene actividad vital consciente… Justamente, y solo por ello, ella. El hombre hace de su actividad es él un ser genérico… Sólo por ello es su actividad libre. El trabajo enajenado invierte la relación, de manera que el hombre, precisamente por ser un ser consciente, hace de su actividad vital, de su esencia, un simple medio para su existencia.Marcuse para la elaboración de su propia teoría crítica a (p.111-112). La claridad en ambos conceptos ( trabajo y trabajo alienado la sociedad industrial avanzada ), que serán retomados por Herbert, será fundamental en la comprensión del primer capítulo de este trabajo de grado.
naturaleza le brinda para expresar su humanidad. Al respecto, señala José Manuel Romero Cuevas en el texto anteriormente mencionado:
El texto de Marcuse sobre Marx mantiene de este modo a la vista, en relación al trabajo, las dosdimensiones que integraban la historicidad en el complejo enfoque de la fenomenología dialéctica: tanto la dimensión ontológica (el trabajo como acontecer en sentido propio del ser humano) y laóntica (el trabajo realmente existente, es decir, el modo en que aquel acontecer ontológico es realizado en las condiciones definidas por las relaciones de producción capitalistas: el trabajoalienado ), actuando la primera como baremo normativo para enjuiciar la segunda. (Marcuse, 2016. p. 31-32). Mediante el trabajo se consigue transformar la naturaleza y humanizarla, al tiempo que se produce materialmente nuestra existencia. En su dimensión ontológica, debería brindar constantemente al hombre un as de posibilidades en las que pueda proyectarse, construirse y reconocerse a sí mismo como sujeto frente a la naturaleza y frente al objeto que produce; es decir, el trabajo debería permitirle al hombre fomentar la autonomía personal y brindarle la posibilidad de encontrar una satisfacción en su práctica. Expresado en términos dialécticos: los hombres somos la tesis, el mundo de la naturaleza es la antítesis y el trabajo es la síntesis de ambos elementos; de allí su relevancia, pues es aquello que nos une con el mundo. Será este concepto del trabajo , el que precisamente fundamente la teoría crítica de Marcuse.
Ahora bien, una vez examinado el concepto de trabajo, se analizará las raíces del concepto de la alienación. Podemos decir, sin pretender resumir, pero tampoco ahondar en lo complejo de su filosofía, que dicho concepto surge inicialmente como una idea acuñada por Georg Wilhelm Friedrich Hegel^16 , quien la designa para referirse al “distanciamiento” o “extrañamiento” del
(^16) Michel Ambacher, en su libro Marcuse y la civilización americana (1970). Editado por Acervo y traducido por José Mª Aroca. (p. 23), menciona que el tema deel Amo y el Esclavo planteadas en su libro La Fenomenología del Espíritu la alienación ya había sido planteado por Hegel con las relaciones entre; puntualmente en el capítulo IV que titula “la lógica de Hegel, lo que cautivó la atención de Marx en él. Igualmente, sobre esta relación de dominio y servidumbre Autonomía y dependencia de la autoconciencia: dominio y servidumbre ”; fue esto, según Ambacher, mucho más que Alexandre Kojève, en su texto titulado:(p. 9 - 11), plantea que en medio de esta tensionante relación entre amo y esclavo se construy La dialéctica del amo y del esclavo en Hegel. (1982). Editado por La Pléyadee “el porvenir de la historia”; significando para el esclavo, a través de su trabajo y a pesar de su condición, la acción en la transformación
individuo consigo mismo. Hegel utilizará este concepto para referirse a la “idea”, la cual considera se ha alienado en la cultura, se ha objetivado y, por ende, se ha alienado también el sentido completo de la realidad, del mundo.^17
Posteriormente, dicho concepto de alienación será resemantizado por Marx como concepto socioeconómico, en el que significaba cómo bajo el capitalismo, hombres y mujeres no podían satisfacer en su trabajo sus habilidades y necesidades humanas e individuales. Para Marx, esto se debía al mismo modo de producción capitalista y solo podía solucionarse cambiándolo de forma radical; es decir, aboliendo el trabajo alienado. Sossa (2010) señala en su artículo de revista titulado La alienación en Marx: El cuerpo como dimensión de utilidad , lo siguiente, a propósito del concepto de alienación :
Si bien Hegel y Feuerbach ya habían utilizado el concepto de alineación, ambos lo hicieron demanera distinta y con valoraciones diferentes (Israel, 1988). Para el primero, tiene una connotación positiva, la realidad es la idea, el espíritu. Esta idea es dialéctica, tiene en sí misma una contradicción que le lleva a salir de sí, a alienarse… De esta forma, Marx hereda principalmente este término de Hegel, pero en otro sentido, toma connotaciones negativas (Kinnen, 1969). ParaHegel el sujeto de la alienación es la idea, para Marx el sujeto es el hombre concreto, por tanto, la alienación, tal como se sucede en la sociedad capitalista, no es algo natural, sino una consecuencianociva e histórica de una estructuración social y económica específica. Bajo estos lineamientos, Marx extenderá el concepto de alienación a todos los alcances de laactividad humana, empezando por la actividad esencial del ser humano: la producción de bienes para la satisfacción de sus necesidades, vale decir, el trabajo. (p. 39). Así pues, mientras que, para Hegel en su teoría filosófica, la idea es la realidad y es la que está alienada , para Marx, en cambio, el hombre de carne y hueso es lo real, y es ese hombre concreto el que se encuentra alienado. Es decir, Marx dialécticamente antepone la materia a la idea. La idea como el producto de la materia, como producto del cerebro humano. Así las cosas,
del Mundo, transcendiendo y superando al amo; quien precisamente por el hecho de no trabajar, deja intacto el mundo,debiendo en últimas adaptarse a éste. (^17) Capriles. E. (2008, Julio – Diciembre) En torno al concepto de alienación: una reelaboración ecologista desde el siglo XXI. descripción más profunda del concepto de Revista estudios culturales. Vol. 1 (Nº 2) alienación. pp. 15-58. Especialmente en la página 19 el autor hace unaen Hegel.