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Una guía completa sobre la relación entre la alimentación y la fertilidad femenina. Se explora la importancia de una dieta equilibrada, incluyendo macronutrientes, vitaminas y minerales esenciales para la salud reproductiva. Se detallan los beneficios de diferentes grupos de alimentos, como los ricos en omega 3, proteínas vegetales, vitamina b6, vitamina c, vitamina d, vitamina e, zinc, selenio, calcio, potasio, yodo y hierro. También se aborda el papel de los antioxidantes y la fibra en la fertilidad. El documento proporciona información valiosa para mujeres que desean mejorar su fertilidad y lograr un embarazo saludable.
Tipo: Esquemas y mapas conceptuales
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Alimentación y fertilidad en la mujer Hasta hace unos años, el conocimiento sobre la relación entre la fertilidad y la nutrición era escaso. A día de hoy, la nutrición es una de las ramas que integran un tratamiento de fertilidad. Según los datos recopilados por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), un índice corporal superior a 30 o menor de 20 puede afectar a la fertilidad. Por tanto, la alimentación es de gran importancia a la hora de intentar conseguir un embarazo. La obesidad o sobrepeso en la mujer se asocia con problemas en la ovulación. En concreto, un peso corporal elevado se correlaciona con alteración en la maduración de los folículos del ovario y con una mayor degeneración de los mismos, lo que lleva a una peor calidad ovocitaria. Dieta y fertilidad No obstante, un bajo peso corporal afecta también al funcionamiento de las hormonas FSH y LH encargadas de regular el ciclo ovulatorio. En estos casos hay un bloqueo de la ovulación y la menstruación. Alimentos para potenciar la fertilidad femenina Para mejorar la ovulación, la fertilidad y el desarrollo del bebé, se recomienda incluir diferentes nutrientes y minerales en la dieta. No existen alimentos milagrosos para la fertilidad, sino que lo mejor es llevar a cabo una dieta saludable y equilibrada. A continuación, se detallan los grupos de nutrientes beneficiosos para la fertilidad femenina. Macronutrientes Los macronutrientes se definen como aquellos nutrientes que aportan una mayor cantidad de energía al organismo. Entre ellos se encuentran los lípidos (grasas), las proteínas y los hidratos de carbono. Las mujeres que quieren potenciar su fertilidad deben comer menos carbohidratos procesados (pan blanco, pasta, etc.) y más carbohidratos de granos integrales como la quínoa o el pan de trigo integral, lo que provoca un incremento más lento de la concentración de azúcar en sangre y una menor producción de insulina. Estos efectos favorecen la fertilidad, ya que la resistencia a la insulina puede promover alteraciones de la ovulación. Macronutrientes y fertilidad femenina En relación a los lípidos, se recomienda ingerir unos 350g semanales de pescado bajo en mercurio (langostino, atún claro enlatado, salmón o bagre), ya que tienen un alto contenido en omega 3. Además, tanto el omega 3 como el
omega 6 favorecen el sistema inmunitario y la salud de los ovarios y de los óvulos. Por tanto, estos macronutrientes tienen un efecto positivo para la fertilidad femenina. El omega 3 y el omega 6 son ácidos grasos poliinsaturados esenciales. Estos tipos de lípidos deben ser incorporados en la dieta porque nuestro organismo no es capaz de sintetizarlos. Por otro lado, según numerosos estudios, sustituir las proteínas de origen animal por proteínas vegetales favorece la ovulación en las mujeres. Por ello, los especialistas aconsejan comer brócoli, lentejas o quinoa, entre otros alimentos. Vitaminas Las vitaminas son sustancias de gran importancia para la salud de las personas, ya que son las encargadas de regular numerosas funciones del organismo. Así, no debe resultar extraño que un déficit de vitaminas pueda afectar a la fertilidad. Nuestro cuerpo sólo es capaz de producir la vitamina D a partir de la luz solar, y las vitaminas K, B1, B2 y ácido fólico formadas en la flora intestinal en reducidas cantidades. El resto de vitaminas deben ser incorporadas en la dieta a través de alimentos o suplementos. Cuando el objetivo es lograr un embarazo, algunas vitaminas son de gran importancia. Entre ellas se encuentran: Vitamina B la vitamina B6 potencia la fertilidad femenina, ya que ayuda al equilibrio de estrógenos y progesterona. Esta vitamina también es un regulador hormonal en la tercera fase del ciclo menstrual (fase ovulatoria). Otro efecto de la vitamina B6 es que reduce el riesgo de abortos involuntarios. Entre los alimentos ricos en vitamina B encontramos las vísceras, carnes, lácteos, huevos o pescados. Vitamina C ayuda a mantener los niveles de progesterona. Esta vitamina se puede encontrar en el perejil, los pimientos o los cítricos como la naranja, el limón o el pomelo por ejemplo. Vitamina D a pesar de ser sintetizada por el organismo, la leche, la mantequilla, los huevos y el pescado azul como las sardinas también son fuente de vitamina D. Vitamina E
ternera, el buey, los berberechos, los mejillones, las almejas, etc. son alimentos ricos en hierro. Imagen: Minerales con efectos en la fertilidad femenina Minerales con efectos en la fertilidad femenina Antioxidantes Los antioxidantes son moléculas cuya finalidad es prevenir la oxidación y el envejecimiento de las células del organismo. Por ello, una dieta rica en antioxidantes puede mejorar la fertilidad femenina, ya que mejora la respuesta ovárica y ayudan a evitar el envejecimiento de los ovarios. Entre los alimentos que contienen grandes cantidades de antioxidantes se encuentran las fresas, el tomate, los arándanos, las zanahorias o las espinacas. Fibra La fibra alimentaria es un conjunto de componentes que el organismo no es capaz de digerir. En general, la fibra se encuentra en los cereales, verduras, hortalizas y legumbres. El consumo de estos alimentos en cantidades adecuadas favorece la concepción y el desarrollo fetal. Además, la fibra ayuda a disminuir el riesgos de sufrir ovario poliquístico. En el ovario, las hormonas FSH (hormona foliculoestimulante) y LH (hormona luteinizante) se unen a las células de la granulosa y la teca, estimulando la foliculogénesis y la producción de esteroides sexuales (estrógenos, progesterona y andrógenos), péptidos gonadales (activina, inhibina y folistatina) y factores de crecimiento. Estos componentes, a su vez, tienen un papel crucial en la retroalimentación al hipotálamo e hipófisis, regulando la secreción de GnRH (hormona liberadora de gonadotropinas) y las gonadotropinas, especialmente durante el pico de la mitad del ciclo. Algunos efectos de los esteroides sexuales incluyen: Estradiol : o Crecimiento del tejido vaginal y uterino. o Telarquia (desarrollo de las mamas). o Menarquia (primera menstruación).
o Distribución femenina de la grasa corporal. o Aumento rápido del crecimiento óseo. Andrógenos suprarrenales (y, en menor medida, los gonadales) : o Estimulación del crecimiento del vello axilar y púbico. Progesterona : o Estimula la proliferación del tejido secretor en las mamas. o Contribuye al crecimiento vaginal y uterino. o Inicia los cambios cíclicos en el endometrio y ovario.