



Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Prepara tus exámenes con los documentos que comparten otros estudiantes como tú en Docsity
Los mejores documentos en venta realizados por estudiantes que han terminado sus estudios
Estudia con lecciones y exámenes resueltos basados en los programas académicos de las mejores universidades
Responde a preguntas de exámenes reales y pon a prueba tu preparación
Consigue puntos base para descargar
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Comunidad
Pide ayuda a la comunidad y resuelve tus dudas de estudio
Descubre las mejores universidades de tu país según los usuarios de Docsity
Ebooks gratuitos
Descarga nuestras guías gratuitas sobre técnicas de estudio, métodos para controlar la ansiedad y consejos para la tesis preparadas por los tutores de Docsity
ES UNA INVESTIGACION DE LIDERAZGOL
Tipo: Esquemas y mapas conceptuales
1 / 6
Esta página no es visible en la vista previa
¡No te pierdas las partes importantes!
Mandar o dirigir se refiere a decirle a las personas qué es lo que deben hacer. Todas las frases que inicien con “deberías”, “debes” “tienes que”, son palabras que anteceden en la mayoría de los casos una orden. Puedes sustituir estas expresiones con: “Creo que puedes intentar”, “Tal vez puedes”, “Una opción sería que…”
Decir al otro que va a tener consecuencias si no hace lo que le decimos, aun cuando es recomendación lo que nos ha pedido. Las ubicas perfectamente cuando decimos, “Sigue así y veras que…”, “Atente a las consecuencias”, “Ya verás que tengo razón”. Una alternativa puede ser: “Es posible que haya consecuencias”, “Tal vez esta acción tenga una reacción”.
Dar discursos para reprender, haciendo alusión a reglas extremas, o imposiciones sociales, tales como, “No debes llorar porque eso es para débiles”, “Una señorita no puede llegar tarde”, “Vestir así es inapropiado”, “Ese tipo de amigos no son buena influencia”.
Basarte en tu experiencia para determinar si algo está bien o mal. “Eso no te va a funcionar porque a mí no me funcionó”, “No debes ir, cuando yo fui no me gustó”, “Cuando seas más grande vas a arrepentirte de eso”. Podemos compartir con el otro nuestra experiencia, pero es importante mencionar que eso no determina que a él o ella le dará los mismos resultados, “Cuando lo hice no me resultó, pero seguro puedes intentarlo y sea distinto”.
Decir al otro u otra qué es lo mejor para ella, sin estar abiertos a otras posibilidades. Lo reconocerás perfecto cuando escuches. “Lo mejor que puedes hacer es…”, “Deja a tu novio (a)”, “Deja ese trabajo”. En estas situaciones es mejor dar diferentes opciones, y, sobre todo, hacer saber a la otra persona que puede elegir la que quiera.
Aun cuando buscamos animar a alguien, si no tenemos cuidado con las palabras, podemos enviar un mal mensaje como, “Eso no es malo”, “Pudo ser peor”, “No es nada comparado con…”, “No te preocupes, esto no es nada”. Estos mensajes minimizan lo que el otro está sintiendo. Podemos ser de más ayuda cuando empatizamos con la otra persona y le hacemos saber que entendemos su situación, “Entiendo que tu situación es difícil y lamento que estés pasando por eso, pero podemos encontrar una manera de resolverlo”.
Dar al otro la razón sin más ni más, sin dar una opinión que sustente lo que estamos aprobando, ya que puede interpretarse como “dar el avión” o no tomar en serio lo que dice.
Desaprobar: Quitar la razón por completo, como si nuestra razón fuera absoluta, “Eso no es verdad”, “Estas equivocado (a)”, “No sabes de estas cosas”. Es verdad que en ocasiones las personas opinan sobre temas que no dominan, pero eso no justifica el hacerlos sentir menos o “ignorantes”, prueba con “Hay información de ( procura que tu fuente sea confiable) que dice que el porcentaje de …” , “Es probable que lo que dices no sea del todo correcto/ cierto, yo vi que…”
Insultar: Es común hacerlo cuando alguien hace algo que no salió como se esperaba, puede ser. “Eso te pasa por tonto (a)” , “No te dejes, no seas tonto (a)” , “No seas estúpido, hazlo de este modo”. En este sentido, no hay manera de sustituir las palabras, definitivamente elimínalas de tu vocabulario: los insultos no son una opción.
Decir al otro el motivo oculto de su actitud (leerle la mente). “En el fondo tú quieres que te echen…”, “A ti lo que te pasa es que no te cae bien…” Es importante que recuerdes que no todas las personas procesan la información como tú, y aunque en alguna situación tu des cierta respuesta o interpretación, otra persona no lo hará de ese modo, por lo tanto, no afirmes que sabes lo que el otro piensa realmente.